Me piro, vampiro.

¡Buenos días, señores y señoras!

Por motivos de trabajo pasaré los próximos diez días fuera de mi hábitat, lo que incluye este blog.

Oh, cómo mola, podréis pensar. Pero no, señores. Para nada. Digamos que afronto estos viajes con una mezcla de las acepciones más populares y sombrías de los conceptos "estar jodido" y "dar por culo". Motivos personales.

Essen y Milán pueden sonar de forma maravillosa. Cualquiera haría fotos, aprovecharía el tiempo para hacer un poco de turismo tras la jornada laboral. Pero para mí son 10 días robados de mi vida. Porque mi vida ahora está al lado de una persona a la que se le está yendo. Y no es una persona cualquiera, sino que es la persona a la que más quiero.

Que me anime, dicen. ¡NO TE JODE! Que haga turismo y fotitos y salga de marcheta: ¡¡yujuuuuu!! (reunid todo el cinismo al que os he acostumbrado en los últimos dos años y concentradlo en el "¡¡yujuuuuu!!").

¡¡¿Pero dónde está el lanzallamas, que nunca lo encuentro cuando lo necesito?!!

He dejado entradas programadas para que no me echéis excesivamente de menos (aunque sé que el sólo pensamiento de tenerme lejos os aterra), pero no sé qué tanto tendré acceso a red wifi para poder publicar vuestros comentarios. Me colaré serpentinamente en cafeterías y tomaré prestadas tantas wifis como me sea posible para poderlos publicar, porque, lo sabéis, vuestras palabritas son la sal y la pimienta del blog y la alegría de mi día a día.

Lo mismo vale para Facebook y Twitter.

Aunque no os lleve en la maleta (malditas restricciones de peso aeroportuarias) os llevo en el corazón, queridos lectores.

Aprovecho para dar una cálida bienvenida a los nuevos seguidores, bienvenidos a mi saloncito particular. ¿Unas pastas? ¿Café recién hecho? :)

¡BIENVENIDOS!

Un beso muy, muy fuerte para todas y todos,