"¿Qué hace una chica como tú mirando una telenovela como esa?", os preguntaréis.
Durante el paro (y lo sabe la gente que pasa muchas horas en soledad) la televisión me hizo muchísima compañía. A veces realmente sentada viendo algo. Otras veces simplemente como ruido de fondo. A todos los Sálvame, Gran Hermano (lograron que tuviera un horario de comidas), Callejeros, Ana Rosas,... mis respetos.
En ese periodo me enganché a una telenovela: "Cuidado con el ángel". La emiten en Antena 3 Nova, pero ahora va muy avanzada. Si queréis verla en una de esas tardes de soledad, manta y Cola Cao, os recomiendo http://www.tusnovelas.com. En esta página podéis ver online muchísimas novelas, sin necesidad de descargarlas, incluso las que están poniendo ahora en televisión, como es el caso de "Cuidado con el ángel".
El caso es que si tenéis ganas de novela pero no queréis sobrevivir a 300 capítulos, esta novela es para vosotros, ya que ya os digo hasta dónde la debéis ver: hasta que se casa la parejita, cosa que sucede en el episodio 32. Con ese capítulo la historia queda más o menos cerrada y conclusa, bonita y redonda. El resto (hasta el capítulo 195) es darle vueltas al tema, complicarlo, sacar argumentos los haya o no los haya y alargar la historia agónicamente. No merece la pena. Si la veis hasta el capítulo 32 os quitáis las ganas de telenovela y no sacrificáis mucho tiempo: en 32 capítulos tenéis lloros, tíos buenos, risas, traumas, malas malísimas, bodorrio y noche de bodas. ¿Para qué queréis más?
La historia recuerda un poco a otra: la de "Amarte así, Frijolito". Él (William Levy), médico. Ella (Maite Perroni), traumatizada por haber sufrido una violación de joven. No se acuerda de quién fue, pero ¿adivináis quién? De todos modos, ese no es el argumento principal, no al menos en esa primera parte de la novela (hasta el episodio 32). El argumento es "My fair lady". Ella, huérfana sin modales e inocente cual cervatillo. Él, con mansión y tableta incorporada, se propone cuidarla y hacer de ella una mujer de pro.
¿Que por qué me gustaba la novela?
Porque ha sido la primera que veo en la que él llora más que ella. Ella ni se pispa de que él la quiere. Y él venga a llorar y venga a llorar.
¡Por fin se invierten "los papeles" en una novela, ya era hora! Porque en el amor todos somos iguales y sí: los hombres buenorros también lloran. Aunque se sigue con el mito hombre protector - mujer pobrecilla, al menos se rompe con ciertos tópicos machistas.
Y mira que yo soy de morenos, pero este qué penita me daba, pobrecito mío...
Hijo mío, si con verte al espejo te consuelas tú solito...
William Levy leyendo LTM
¡Besos marujiles!