Hace unos días nos despertábamos con un anuncio de Mango a
través de las redes sociales que está causando una gran polémica. Pocas veces
el lanzamiento de una nueva colección de ropa causaba tanto revuelo:
¡Felices de anunciar oficialmente el lanzamiento de Violeta by MANGO, nuestra nueva colección con prendas de la talla 40 a la 52 diseñadas para ser cómodas, femeninas y modernas! La colección se pondrá a la venta online el 15 de enero y estará disponible en tiendas seleccionadas el próximo 17 de enero”.
Es decir, que lanzan prendas con un tallaje mayor, cosa de
la que me alegro (ya era hora), sobre todo si, como prometen, va a seguir
siendo ropa bonita y moderna. Pero atención: no lo hacen como una ampliación de
las tallas habituales sino como una línea aparte. De nuevo la discriminación
entre gordas y flacas.
"Si estás gorda, ve al rincón violeta,
que aquí no
tenemos ropa para ti".
Y lo peor de todo: la personalísima interpretación de MANGO
de lo que es una talla grande. La 40. ¡Una talla 40! Lo que me hace pensar que
estos no han catado una mujer en su vida.
En realidad, hay que
explicarlo, las tiendas de MANGO no se dividirán en dos zonas - la de tallas
40-52 y la del resto de ropa (que me pregunto yo que qué sería el resto) - sino
que van a abrir 100 nuevos establecimientos "Violeta". Dicho así la cosa cambia un poco. En ningún momento MANGO ha hablado de tallas grandes o moda para gordas o cosas así. Sólo van a abrir tiendas con un surtido de tallas de la 40 a la 52.
¿Quién es Violeta?
Violeta Andic es la sobrina de Isak Andic, el presidente de MANGO. Comenzó su
carrera como asistente de ventas (vamos, dependienta) en la tienda de Paseo de
Gracia de Barcelona y ahora, trece años después, no sólo lidera esta
diversificación de la marca, sino que también es miembro del comité ejecutivo.
Cómo mola eso de liderar
un proyecto y que éste se materialice con 100 tiendas con tu nombre, jejeje! Es
algo… soviético (lo siento, no encontraba otro adjetivo).
Volviendo al tema… Este
hecho, a mi modo de ver, apacigua un poquito la polémica: no habrá un rincón de
"tallas grandes" sino que habrá nuevas tiendas con un tallaje más amplio al que nos tienen acostumbradas. Por
otra parte, una mujer “de talla grande” posiblemente entre con más naturalidad
en una tienda en la que se pueden encontrar tallas normales (y uso la palabra
normal con un sentido estadístico, campana de Gauss y demás, que a mí una 44 me
parece totalmente normal #HombreYa!).
De todos modos, hablemos
de un rincón o de una tienda aparte, toda esta historia ilustra el largo camino
que queda por recorrer ya no en la normalización de las tallas, sino en la
normalización de la interpretación del cuerpo femenino.
Por eso esta noticia es agridulce. Siempre es buena noticia tener más donde elegir, pero para nada es una victoria para nosotras.
Cuando las mujeres
pedimos a las firmas de moda que amplíen sus tallas lo que solicitamos no son ghettos
aparte, sino la posibilidad de que cualquier mujer pueda dar una vuelta por un
centro comercial sin acabar deprimiéndose, sintiéndose fea o gorda o siendo
obligada a vestirse con ropa de abuela. Y no sólo eso, sino que nadie le
ponga el cartel de gorda. Sólo el de mujer.
Es decir, lo que pedimos
es que cualquier mujer pueda hacer compras normales como una persona normal en
tiendas normales.
¿Es tan difícil hacer feliz a una mujer?
¡Besos a todas y todos!