Es lo que tienen las vacaciones, una olvida el decoro al que nos somete la rutina y, por unos días, todo son unicornios, arcoiris y... alguna que otra cañita al sol.
Y de ahí a hacerse una manicura de esas de "tienes 30 años, ya no deberías pintarte esas tonterías" hay sólo un paso...
Se trata de pintar cada uña de un color y después dedicar un rato a hacerse puntito a puntito un estampado de... pues eso, de puntos, lunares, topos, polka dots o como los queráis llamar.
Existen muchas versiones de esta manicura: pintar las uñas de blanco opaco o de negro (u otro color) y que sean los puntos los que, uña a uña, vayan cambiado de color. O que en la propia uña formen un degradado de puntos de color.
Quizá sea esta la versión más rápida:
¿Entretenida? Un poco. ¿Vistosa y alegre? ¡Muchísimo!
Para hacerla basta un "dotting tool" para hacer los puntitos. En su defecto, el extremo de una horquilla o de un lapicero van estupendos. El pincel sintético lo uso al terminar la manicura para limpiar con quitaesmalte alrededor de las cutículas. Dejando un pequeño espacio entre la piel y el esmalte, dándole una forma redondeada, el resultado es muchísimo más... "profesional". O algo así.
Breve reseña de los esmaltes utilizados:
Kiko #203: pertenece a la línea de manicura francesa de la marca. Se trata de un blanco opaco para hacer las puntas de la manicura francesa y que, de paso, está genial para hacer nail art. El pincel no es el habitual en la marca: es muchísimo más fino, precisamente para facilitar pintar las puntas. Muy buena compra, lo considero un básico.
Kiko #279: no todos los esmaltes de Kiko tienen igual fórmula y este es un ejemplo. Se trata de un esmalte muy chulo para nail art, pero con el que es algo complicado pintar toda la uña, ya que cubre de una forma "grumosa". No sé si me explico... Además, el amarillo es un color que a pocas personas queda bien en las manos. Avisadas quedáis.
Kiko #297: un color precioso. Ok, es algo "raro" verse con uñas en color verde pero una vez puesto es de esos colores que una dice "anda, ¡pues no estaba taaan mal!" para luego pasar a un "¡me gusta cómo queda!". La fórmula de Kiko es bastante líquida. Tres capas después se sigue transparentando algo la uña...
Kiko #358: naranja coral llamativo y precioso en pieles Blancanieves y más aún en las Morena-mía-siete-son-los-pecados-cometidos. Básico veraniego. Cubre muy bien. Buena fórmula. Kiko, molas.
Kiko #372: otro básico no, lo siguiente. Rosita con un tonito amarronado-lila. Perfecto por sí solo. Sencillo, elegante, perfecto para el día a día, para oficinas, tiendas y trato con el público general. Echadlo a la cesta. ¿La fórmula? Otra con la que Kiko acierta. Una pasada (perfeccionistas dos) y a correr.
Essence #146 "that's what I mint!": el menta azulado de la casa Essence, color del verano pero con larga vida este invierno. Me veréis con él. Cubre en una pasada y el pincel es todo un acierto: de punta redondeada y forma ligeramente aplastada, ayuda muchísimo para hacer la forma de la cutícula al pintar la uña y, a mi modo de ver, coge la cantidad perfecta de esmalte. Puro amor. De ese que ya no existe.
Kiko #102 "3 in 1 white: fortifying, fast dry, base coat, top coat": es decir, fortalecedor, secado rápido, base y top coat. Parece estar cantando el "Lo tengo todo, papi". Tras mis decepcionantes experiencias con el "White, strong and shiny" de Kiko y el "All round talent" de Essence (review aquí) ya me había dicho a mí misma que no debía usar más un esmalte todo en uno para iniciar y finalizar las manicuras, mucho menos para tratarlas. Y sin embargo... ¡este producto me va bien! Es muy líquido (a lo gotas de secado rápido), no hace burbujitas y me da que protege bien la uña. Lo único que el brillo que deja no es espectacular. Y que tengo que aprender a usarlo mejor: tiendo a coger poco producto con el pincel y acabo arrastrando el nail art con él. Fallo mío, porque lo que es el producto, merece la compra y la recompra.
Ale, ya me he quedado a gusto. Foto final y despedida:
¡Arrancando la semana con fuerza!
¡Besos marujiles!