Hacía tiempo que no posteaba una receta. Hoy os traigo una
sencillita y resultona, la receta del hummus. Posiblemente hayáis probado esta
salsa en restaurantes árabes o la hayáis visto en las estanterías de los
supermercados. Sinceramente, con lo fácil que es hacerla no merece la pena
comprarla hecha. Salvo por un pequeño detalle: uno de sus ingredientes, la
salsa tahini, podría ser difícil de
encontrar.
El tahini (o tahín o tahina) es una pasta de sésamo. La he
visto en botes grandes en Macro (un hipermercado para autónomos que hay en
Madrid) y en tiendas de productos
extranjeros. Aunque es un producto con larga vida, a mí me ha echado para atrás
comprar tanta cantidad, más que nada por desconocer qué otras recetas puedo hacer con tahini. Sin embargo, recientemente he visto que en tiendas de productos ecológicos
y herbolarios tienen botes más pequeños. ¡Solucionado!
La receta la tomé prestada de la web Javirecetas, aunque
aquí os pongo las cantidades que usé yo. El caso es adaptar el sabor a nuestro
gusto.
Ingredientes
- Dos vasos de garbanzos cocidos (se pueden usar de bote, previamente aclarados)
- 3 cucharadas de salsa tahini
- Zumo de medio limón (y un poquito más, me gusta que se note el punto ácido)
- Un diente de ajo
- Una pizca de sal
- Una pizca de comino molido
Para decorar
- Pimentón dulce
- Un hilito de aceite de oliva
Preparación
No tiene misterio: se trituran todos los ingredientes en la minipimer o con batidora, añadiendo alguna que otra cucharada de agua, hasta obtener una salsa
espesa pero a la vez suave, como de paté. De nuevo, la textura vuelve a
ser a gusto.
Se presenta en un cuenco o plato, bien extendido. En los
restaurantes suelen servirlo previo dibujo de una espiral con una cuchara, con
un hilito de aceite de oliva decorando los surcos y el pimentón espolvoreado
por encima. Algo así como en la foto del post, igualito, igualito, jajaja!!
El hummus se come como entrante a modo de paté con pan, mejor si
es pan de pita, o como pringue donde mojar crudités (verduritas variadas crudas
cortadas en palitos).
Otras veces he llenado los posts de recetas con miles de
fotos, pero esta vez sólo he disparado una. Al probar el punto de sal del
hummus estaba tan delicioso que seguí zampándomelo ahí, de pie en la
cocina… Ni crudités, ni platos, ni espirales, ni nada… A cucharadas.
¡Animaros a hacerlo!
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