¡Buenos días, señoras y señores!
Os doy las gracias por la buena acogida que ha tenido el cambio de imagen en el blog. Calladito me lo tenía... Hoy os cuento un poco cómo ha sido el proceso, un proceso que aún no ha acabado.
Si os parece interesante puedo ir haciendo mini tutoriales, por si alguien le quiere hacer un lavado de cara al suyo. Aviso que no tengo muchos conocimientos ni de gráficos ni de nada, no sé qué podríais sacar en claro, pero bueno: si creéis que os puede servir, decidme.
Los inicios
Cuando creé el blog usé una plantilla no de Blogger sino una que me bajé de una de las muchas webs que hay de fondos para blogs (en concreto de aquí). Pensé que todo el mundo tendría uno de los fondos preestablecidos de Blogger y que así el mío tendría su propia personalidad. Sin embargo, pronto me di cuenta de que había escogido mal. El fondo era bonito, la imagen era nítida y original, pero tenía varios inconvenientes: tenía un espacio estrecho para escribir, el color era muy oscuro y no era para nada personalizado.
Esta era la plantilla en cuestión:
Del cutrerío y otros demonios
Me harté del color negro. Sin un plan B, quité la plantilla y coloqué unas cuantas letras en la cabecera, con el nombre del blog y ya. Para el resto usé una plantilla de las que nos ofrece Blogger. Era cutre no, lo siguiente. Sin embargo, fui aprendiendo: el espacio donde se escribe se puede ampliar, los colores de los títulos se pueden personalizar, etc. Por aquella época decidí añadir una marca de agua a las imágenes y empecé a tratarlas (bueno, si a lo que hacía se le puede llamar "tratar imágenes") usando Photoscape.
Glamour... que no va conmigo
El siguiente cambio de imagen se basó fundamentalmente en la creación de una cabecera. No lo pensé mucho: agarré unos cuantos potis y los arrojé encima de una invitación de boda con fondo bonito. Hice unas cuantas fotos y pasé la más nítida por un filtro de estos que hacen efectos de Photoscape. Añadí un texto, dejé el resto de la plantilla en blanco y a correr. Esto sucedía a principios de 2013.
Además, pasé el menú del lateral izquierdo al derecho. Seguí mejorando en las fotografías y su tratamiento, intentando que salieran lo mejor posible, mejorando en el uso de Photoscape y haciendo collages.
El gran cambio de look
Por supuesto que esa cabecera potinguil se trataba de una mejora de imagen, pero no era representativa del blog. Para nada. ¿Un blog llamado tía Maruja con una sombra de MAC en la cabecera? ¿Acaso este blog sólo habla de maquillaje? El problema radicaba en que no se me venía a la mente una imagen que realmente fuera representativa del blog. Pensé en un rodillo o en unos rulos. Pasé bastante tiempo recopilando imágenes de rodillos y rulos. Y aún así no estaba convencida.
Yo no soy una Maruja al uso. Cuando yo digo que soy Maruja no me refiero a que leo el Hola mientras tengo los rulos puestos y galletas en el horno. Que también. Pero no sólo eso. Yo no soy una Maruja intrascendente.
Yo soy Maruja en el sentido,... en el sentido de que...
Y no sabía completar la frase.
Fue entonces cuando me llegó una invitación para presentarme como candidata a los premios Mujer It (¡enhorabuena a las ganadoras!). Volví a darle vueltas al tema. La inspiración llega cuando llega, normalmente sobre una taza de WC. Pero a menudo alguien debe forzarte a sentarte en el WC. Pues eso, que los premios Mujer It me forzaron a volver a pensar en ello y no dejarlo para más adelante:
Yo soy Maruja en el sentido,... en el sentido de que... me gusta ver y pensar sobre lo que pasa a mi alrededor.
Y para eso una Maruja no necesita ni un rodillo ni rulos sino un balcón, una ventana con visillos,... o una mirilla. Por otra parte, me gustaba la idea del título de mi primer post: "La tía Maruja abre las puertas de su casa".
Busqué imágenes de puertas, mirillas y salones, hice el tratamiento con Paint y GIMP (necesitaba trabajar en capas, cosa que no puedo hacer con Photoscape y además quería utilizar otras fuentes tipográficas y trabajarlo en Mac). Y usé un fondo de los predeterminados en Blogger, rojo de puntitos blancos porque pegaba con la nueva cabecera y era igual al estampado de la ropa interior que llevaba ese día #truestory.
Creé una nueva marca de agua para las fotos, las cuales sigo tratando con Photoscape.
Además, creé un avatar con parte de la cabecera que he usado como Favicon y como icono en las redes sociales asociadas a La tía Maruja. Y añadí los enlaces a los mismos en el menú lateral del blog.
El hecho de tener una cabecera-saloncito me permite personalizarla a modo Doodle de Google. Por ejemplo, esta semana estamos de celebración :)
Os pido disculpas por el desorden... jejejeje!!!
Así no me cansaré nunca (??) de la cabecera. Y puedo haceros partícipes de las cosas que me van pasando más personales, quizá sin tener que escribirlas. Será el Maruja Doodle.
Os pido disculpas por el desorden... jejejeje!!!
Así no me cansaré nunca (??) de la cabecera. Y puedo haceros partícipes de las cosas que me van pasando más personales, quizá sin tener que escribirlas. Será el Maruja Doodle.
¿Lo siguiente? Mejorar la imagen del canal de Youtube y montar las pestañas en el blog. Creo que facilitaría mucho localizar posts antiguos, aunque haya puesto un buscador en el menú lateral.
Tras todos estos pasos lo que he sacado en claro es que, a mi modo de ver, para que la imagen de un blog sea buena debería ser representativa del mismo. Y esto es algo que no se puede definir el primer día, sino al pasar el tiempo. Los blogs, como los hijos, tienen vida propia: los creas pensando que van a ser de una forma y te salen de otra.
Si tenéis alguna sugerencia hacedla, ¡seguro que queda mucho que mejorar! Lo que más me preocupa es que se vea bien la letra y que la gente encuentre lo que busca.
¿Las imágenes deberían ser más pequeñas? Mil dudas...
¡Besos marujiles!