Hola!
Mi aficción por la cocina y los potis se ha fusionado últimamente en un nuevo hobby: hacer cosméticos caseros. Además, así se evitan los mil y un ingredientes más o menos dañinos o los productos "vacíos", aquellos por los que pagas pero en los que apenas hay ingredientes activos y son todo siliconas o cosas de esas. Y de paso se ahorra dinero.
Para hacer cremas y demás cosméticos en casa con un nivel profesional hacen falta bastantes materias primas, pero para empezar una no va a hacer un pedido de mil cosas (sobre todo porque no sabes si las usarás o si las dejarás abandonadas en un cajón). Así que hoy os enseño la forma de hacer una crema hidratante para manos, pies, cuerpo,... casera con sólo tres ingredientes que encontramos en casa o en el Mercadona: agua, aceite (de oliva, de almendras dulces, de jojoba,...) y lecitina de soja.
La lecitina de soja la compré en Mercadona, en la estantería de productos dietéticos (en mi tienda está ubicada donde los productos de higiene). Viene en un bote y son como unos gránulos de color tostado. Se suele tomar para regular el colesterol. En nuestro caso lo usaremos como emulsionante, es decir, para conseguir que de tener aceite pasemos a tener la consistencia de crema (para que nos hagamos una idea, la mayonesa también es una emulsión).
Os pongo el paso a paso. Como era la primera vez que hacía crema, fui ajustando la dosis de ingredientes sobre la marcha. Empecé midiendo, pero sobre la marcha tuve que añadir más agua y aceite respecto a la cantidad inicial que tenía en mente. La cosa quedó en 2 cucharadas de lecitina, unos 80 ml de agua y unos 40 ml de aceite.
Ingredientes:
Preparación:
Echar dos cucharadas de lecitina en una taza.
Añadir 80 ml de agua a la lecitina.
En otra taza verter 40 ml de aceite. Yo usé uno de almendras dulces (de Mercadona) para acabar el bote, pero también podéis usar de oliva y así no hacéis gasto extra.
Ponemos las dos tazas a baño María para que su contenido se caliente pero sin hervir en ningún momento ni permitiendo que entre agua.
Dar vueltas a la lecitina con agua con una cuchara. La lecitina se irá disolviendo poco a poco y la mezcla se hará más densa.
Verter la lecitina en un bol.
Batir con la velocidad más baja.
Volver a poner la lecitina en la taza a baño María. Como véis, aún no está disuelta totalmente. (Nota: aquí veis que apagué el fuego, pero porque el agua estaba a punto de hervir. La cosa es que esté encendido siempre bajito, pero es lo que tiene la vitro).
Tras otro par de minutos, volvemos a verter la lecitina en el bol. Está un poco más disuelta, aunque no del todo: no pasa nada.
Ahora hacemos la emulsión: vertemos un poquito de aceite...
... removemos con una cuchara...
... y batimos a velocidad constante y bajita. Mientras, dejar la taza no en la encimera sino al baño María, para que no se enfríe. Seguir echando un poquito de aceite, remover y batir, así hasta acabarlo.
¡Y aquí tenemos nuestra cremita! Si os sale demasiado líquida podéis añadir un poco de maizena (harina de maíz o si tenéis harina de arroz o mejor almidón de arroz, ese que no encuentro y que a ver si alguien me echa una mano). Si tenemos le podemos echar esencia de vainilla de esa para postres para darle aroma (por ejemplo de la marca Vahiné). Son como unos tubitos con líquido. O también unas gotas de agua de azahar, que también venden en una botellita donde los ingredientes para postres. O unas gotas (2 ó 3) de esencia, pero siempre que ponga que sea apta para uso alimenticio o cosmético, nada de poner el ambipur. Y si no tenéis no pasa nada. En mi Mercadona no vi y no lo compré y de todos modos no quería gastar. Quizá para otra vez compre: la crema huele ligeramente a la lecitina y al aceite, pero en la piel apenas huele. Eso sí, un poco de aroma de azahar o vainilla iría genial!
Vertemos en un tarro previamente lavado con jabón, desinfectado con alcohol y vuelto a lavar con jabón. El bol no lo pongáis a lavar tal cual, rebañad bien la crema, es una pena tirarla.
Con las medidas que os he dado he rellenado este bote de 200 ml. Era de una crema que he gastado, así que ya podéis ir guardando botes de este tipo.
Aquí veis la consistencia, ligerita pero no gotea. Si os gusta más densa, echad menos agua a la lecitina (pero tampoco mucha menos, que si no la mezcla se hace como una gelatina "mocosa" y como que no lo veo yo que luego se bata bien con el aceite). Hidrata que da gusto, al fin y al cabo es de aceite, pero es más fácil de aplicar. El aceite de oliva es buenísimo, y lo mismo el de almendras: probadlo para las uñas y en el contorno de ojos!
Tened en cuenta una cosa y es que esta crema no se puede tener apartada sin usar porque se estropea. Cuando se añade agua en una preparación es necesario un conservante, pero en este caso no hemos puesto para no tener que buscarlo y gastar dinero. Así que usadla!
Ya os iré contando más recetillas, aunque ya las siguientes me temo que van a tener que ser añadiendo cositas más sofisticadas que hay que comprar. ¡Espero que os guste y que la hagáis!
ACTUALIZACION: tras más de medio año desde esta receta, he profesionalizado el procedimiento! Podéis ver un tutorial de una crema hidratante para la cara, como las compradas, paso a paso aquí.
¡Besos marujiles!
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