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Receta de salteado de quinoa, tofu y verduras. ¡Plato único!

22 julio 2015

Hoy os traigo una receta de esas que son plato único y tanto nos gustan en verano: un salteado de quinoa y tofu con verduras. Es apta para veganos. Yo no lo soy, pero el mundo de los vegetarianos, veganos,... es muy rico, no todo son frutas y verduras: de ellos se aprende mucho y se "importan" alimentos que pueden suponer todo un descubrimiento. Ha sido el caso de la quinoa y del tofu, que antes ni sabía lo que eran y ahora de vez en cuando caen fijo.



receta salteado quinoa tofu verduras

Ingredientes

1 puñado de quinoa
♥ Un tercio de bloque de tofu
♥ Verduras variadas
♥ Media cucharada de aceite de sésamo
♥ Una cucharada de salsa de soja
♥ Una cucharada de agua


La quinoa es un cereal rico en proteínas. Es algo cara, pero he encontrado alternativas más baratas (y orgánicas) online, comprándola en iHerb o en Vitacost (links con códigos de descuento en el menú lateral). La que uso en esta receta es quinoa roja, la que tenía en aquel momento (esta que os enseñé aquí), rica en hierro. A veces sale un poco amarga: el truco para que no pase es lavarla en crudo varias veces con agua fresca de grifo antes de hervirla.

El tofu es también rico en proteínas. Es algo insípido, lo que lo convierte en un alimento muy versátil: coge el sabor de aquello con que lo cocinemos. Se puede comer tal cual en ensalada, a la plancha,... Me pega muy mucho con vinagre o con salsa de soja. Cada vez se encuentra más fácilmente, sin ir más lejos en Mercadona, pero gracias a Subflava descubrí un par de supermercados orientales que venden el bloque de tofu a 75 céntimos cerca de la Plaza de España en Madrid, toda una ganga.

El aceite de sésamo lo compré en una tienda oriental, pero a veces se ve en supermercados. Le da un toque de fruto seco, como de restaurante chino, muy rico al plato, pero si no lo tenéis usad el aceite de oliva de toda la vida.



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Procedimiento


  • Se lava la quinoa varias veces para evitar que salga amarga.
  • Se hierve la quinoa: una parte de cereal por tres de agua. Os daréis cuenta de que ya está lista cuando el grano haya doblado su tamaño y se le vean todos los tallitos con forma de "coma". Cada tipo de quinoa requiere de más o menos tiempo, pero en unos 15-20 minutos debería estar lista.
  • Mientras tanto, calentar en una sartén el aceite de sésamo, la salsa de soja y el agua y saltear las verduras troceadas y el tofu (escurrido y cortado el cubitos). No suelo cocinar del todo las verduras, prefiero que queden al dente. Así son más sanas si cabe y el plato tiene un aire a restaurante oriental.

Ya sólo queda emplatar: mezclándolo todo o a lo finolis, colocando el salteado encima de una cama de quinoa.



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¡Espero que os guste! ¡Pasad buen día!

Green smoothie: receta de mi batido verde.

29 mayo 2014

No sé vosotros, pero yo no hago más que oír hablar sobre los green smoothies, unos batidos verdes que mezclan fruta y verdura. La moda arrancó en EE.UU. el año pasado, donde las famosas se dejaban ver sustituyendo el frapuccino del Starbucks por estos brebajes. Más tarde, proliferaron los vídeos de Youtube sobre cómo hacerlos. Las gurús se afanaban en la cocina con sus blender y, muy cuquis ellas, se servían el batido, con dos pajitas, en tarros de conserva. Un año después la moda llega a España.



La primera vez que probé un green smoothie fue en Juicy Avenue, en la madrileña plaza de Alonso Martínez. No era verde y sí muy ácido y líquido, ya que era de lima, nosequé y remolacha. No me entusiasmó, pero estaba bueno y era refrescante.

El siguiente green smoothie que probé ya fue en casa. Tuve una "semana loca de la espinaca", con espinacas a la crema, rehogadas y crudas en ensalada (aquí) que culminaron en un por qué no, un enchufar la batidora y un no está nada mal. 

Los batidos verdes o green smothies facilitan la tarea de incluir cinco raciones de fruta y verdura al día. Son muy saciantes, conservan todas las propiedades de la fruta y la verdura (van trituradas, no exprimidas) y son fáciles de digerir (se lo damos masticadito al estómago). Además, es una solución perfecta para los poco amantes de la verdura, ya que el dulce de la fruta esconde su sabor. Lo único que la delata es el color verde, porque por lo demás bien puede pasar por un batido de frutas tradicional.

Hay mil y una combinaciones posibles, aunque la idea es incluir fruta, verdura de hoja verde y agua e ir variando. Ahora bien, aunque la teoría dice que se deben hacer con hoja verde, se pueden hacer con el resto de verduras (lógico). He visto green smoothies con manzana, pera, plátano, uva, apio, espinacas, brécol, acelgas, col, remolacha, zanahorias, perejil, hierbabuena, cilantro, lechuga, pepino, kiwi, calabacines,... El caso es experimentar y dar con las combinaciones que más nos gusten. Al principio los batidos nos saben "menos raros" si contienen más fruta que verdura, pero pronto una se hace al sabor e incluso va apeteciendo aumentar la cantidad de verdura. Podéis inspiraros con las combinaciones que proponen los libros sobre el tema, aquí.

Me encanta esta nueva moda, ya que no se propone como dieta milagro sino como complemento alimenticio para suplir carencias de nuestra dieta. Sí es cierto que se puede asumir como parte de un plan detox de un día (por ejemplo si el día anterior nos hemos dado un festín) pero yo no lo llevaría más allá. Al fin y al cabo, el cuerpo necesita de todo para funcionar. En esta línea hay empresas como Dietox o Nutrimedic y sus Drink6 que proponen un ayuno a base de licuados. De sus webs podemos sacar recetas que nos sirvan como ideas para hacer los nuestros :D

Y esta es mi propuesta:



Me estoy aficionando al smoothie de pera, plátano, manzana y espinacas. En cuanto a proporciones, para medio litro echo media pera, media manzana, un plátano y un par de puñados de espinacas frescas. Tiene un punto salado pero el plátano lo compensa. Al principio impresionaba por el verde brillante y la densidad: parece que vas a beber un puré. Así que al principio lo hacía más líquido, echando más agua. Ahora ya da igual: ¡está riquísimo!


¿Os habéis animado ya con los green smoothies?

¡Besos a todos!

Receta de cous-cous con verduras.

15 abril 2013

Un nuevo alimento ha entrado en mi vida: el cous-cous. Ya no va a salir de ella.


A saber por qué me dio por comprar un paquete de cous-cous en su momento, porque del  carrito de la compra fue condenado directamente al ostracismo del fondo del armario de la cocina. Hasta que hace unos días vi un post de Marthy, del blog "Destreza con la belleza" (aquí).

¿Resultado? Ya he acabado el paquete. ¡Lo que me estaba perdiendo!

Mirando por internet me he dado cuenta de que en realidad la receta original del cous-cous es más compleja. Se hace en una couscousera (otro cacharro para la cocina, viene siendo una especie de olla con vaporera superior), en donde el cous-cous se hace al vapor (y no a remojo, como os enseñaré en un momento) mientras que en la olla se cuece un pedazo guiso con su cordero y todo.

Así que esta receta no pretende ser la versión original de la receta, sino sólo una recetilla rápida de cous-cous con verduras.

El cous-cous en sí no sabe mucho, coge el sabor de aquello con lo que lo acompañemos. Por eso creo que le puede gustar a todo el mundo. De hecho, es el plato básico en muchos países del mundo, algo así como el arroz, la patata,...

Pensaba que era un plato árabe y sí que lo es, pero en España se habla de cous-cous hasta en El Quijote. Quizá haya zonas de España en las que se sigue comiendo con frecuencia, podría ser. Pero por mi zona no lo he visto comer en familia nunca. Podría ser uno de esos platos "olvidados" a recuperar...

Paso a paso


  1. Pocho verduras variadas en un poco de aceite y les echo lo que tengo a mano y que me evoca a bazar, es decir, el curry del Mercadona y otro que compré en Alcampo y que ME ENCANTA. El curry es una mezcla de especias, por lo que cada uno es distinto. Es cuestión de ir probando el que más nos guste.
  2. Sacamos las verduras de la sartén y reservamos.
  3. Medimos la misma cantidad de agua y de cous-cous. O al menos eso es lo que dicen las instrucciones del paquete y es lo que he hecho a efectos de la foto. Porque en realidad he medido 3/4 de vaso de agua por medio de cous-cous.
  4. En la misma sartén, que ya está pringadita de aceitillo y curry, echamos el agua, un poco de sal y la hervimos.
  5. Cuando hierve el agua, retirar del fuego y echar el cous-cous.
  6. Dejamos reposar 3 minutos. El cous-cous absorberá el agua y, como si fuera obra de magia, se cocina solo, doblando su tamaño (pasa de medio milímetro a un milímetro o así).
  7. Echamos un poco de mantequilla al cous-cous y removemos.

Este es el paquete, lo compré en Mercadona, pero ya he visto que venden sémola de trigo de marca blanca más baratillo. No pone "cous-cous" pero es lo mismo.

Aquí, los currys que usé. El de la izquierda es el que os digo que es una maravilla, lo compré en el hipermercado Alcampo. El de la derecha es el de Mercadona.

Y ya está. Por lo que he visto en las imágenes de Google, se sirve el cous-cous por un lado y el guiso (verduras en este caso) por otro. En algún sitio leí que lo tradicional era servirlo formando una pirámide de cous-cous en el centro y alrededor el guiso. En fin, que he intentado que saliera una foto presentable.

Pero que sepáis que echa la foto, ha ido derechito al táper.
¡A vuestra salud que me lo zamparé en unas horas!

¡Besos marujiles!

PD: el cous-cous es sémola de trigo, por lo que no es apto para celíacos. De todos modos, he visto en Mercadona otros tipos de sémola, como de arroz, que sí os iría bien :)
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