De veras que yo hoy estaba contenta. Un poco soñolienta, sí, pero contenta. Desde la ventana veo mis plantas en flor, la tomatera ya tiene tomatitos y la báscula me ha dicho que he adelgazado tres kilos. Pero me he encontrado con que Masglo, fabricante de esmaltes que denuncié en el blog por poner a sus productos nombres denigrantes para la mujer, me ha bloqueado en sus redes sociales.
En lugar de responder a mi denuncia y a la de miles de usuarias de sus productos (actuales o potenciales), en lugar de rectificar, disculparse y salir bien parados de este embrollo, no: van y me bloquean.
Voy a por un cafetito y os cuento todo detalladamente. Es más: voy a moler un poco de café colombiano (ese que guardo para ocasiones especiales) y me lo voy tomando a su salud.
Ya estoy aquí.
Por retomar el tema... Como os decía en aquel post de hace unos meses no soy especialista en cuestiones de género, pero no hace falta serlo para darse cuenta de que (me auto-copio):
"A través de la verbalización, los pensamientos se materializan. El lenguaje es el primer medidor de cómo una sociedad interioriza los conflictos de género".
Eso por una parte. Por otra tenemos a Masglo, fabricante colombiano de pintauñas del que personalmente alabo su acción social y el que ahora sus esmaltes sean 4-free (los de antes no lo eran)... digo, que Masglo bautiza a sus productos con adjetivos.
Pues bien, su última colección (o penúltima, ya no les sigo), llamada "Aventura", estaba formada por los esmaltes "buscona", "casquivana", "muérgana" y "bailadora" (uno que se salva). Me pareció mal fatal FATAL y escribí el post, con sus correspondientes empujoncitos en redes sociales.
No fui la única en alzar la voz. Facebook y Twitter se llenaron de quejas, a las que Masglo hizo oídos sordos. En lo que a mí respecta, me bloquearon en redes sociales (me entero ahora al hacer el seguimiento del tema). PERO a una tal Laura Coca Rodríguez Masglo le contestó. Ojito con la respuesta:
"El Poeta de los nombres Masglo te manda un saludo cordial a ti y a todas las mujeres del mundo y se les quiere como son, al final lo que importa es lo que va por dentro. Me encanta que sean autónomas y que tengan la libertad de escoger que actitud quieren tomar. Atentamente,
El poeta de los Nombres Masglo"
Calla, calla, que desde el más allá, desde el país de los ratones coloraos y los PFUDOR (Pink Fluffy Unicorns Dancing On Rainbows) nos escribe el mismísimo Poeta de los Nombres de Masglo, nos manda saludos cordiales, nos dice que nos quiere a todas (besitos-besitos-besitos) y que le requetechifla que seamos autónomas, tengamos libertad y no sé qué más.
...
¿¿Pero qué respuesta es esta?? ¿¿Este es el respeto que merecen vuestras consumidoras?? Como consumidora no quiero que me conteste el Poeta de los Nombres, quiero que me conteste un directivo de esos de corbata y moqueta, con nombre y apellido.
Espera, espera, que tenemos al directivo (vamos, que se lo echaron a suertes en la oficina y fue a él al que le tocó el palito corto). Santiago Álvarez, gerente comercial de Masglo en Colombia (¿el Poeta de los Nombres?) ha hecho declaraciones al periódico colombiano El Heraldo:
"Nos estarían pidiendo que retiráramos los colores más vendidos de la compañía. No vamos a tomar esa decisión en ningún momento [...] Estamos hablando del atributo de un color y hay mujeres que se pueden sentir muy sexys y orgullosas de usar un 'Fufurufa' y otras que no. [...] Como marca no estamos para juzgar a las mujeres. En ningún momento estamos diciendo que la persona que use un 'buscona' es es una buscona. Ahora, una mujer puede ser una buscona de experiencias y oportunidades. Todo depende del contexto con que se quiera ver".
En resumen: que es un tema económico. Se vende, da dinero, así que da igual la ética. Claro que sí, con dos coj**** y un palito.
El caso es que una lee las explicaciones del señor Álvarez y como que te convence. Al fin y al cabo es un color y un nombre es un nombre y ya. Masglo no ha sugerido (que yo sepa) que se escojan los esmaltes bajo el criterio de sentirse como dice el nombre del esmalte. Que todos los nombres sean adjetivos calificativos en femenino (según Álvarez hay más de 140 referencias) es algo meramente casual.
(Aunque el Poeta de los Nombres dice que "lo importante es lo de dentro" y que decidamos "que (sin tilde) actitud queremos" Un poco ambiguo, ¿no?).
(Aunque el Poeta de los Nombres dice que "lo importante es lo de dentro" y que decidamos "que (sin tilde) actitud queremos" Un poco ambiguo, ¿no?).
Pero no os dejéis engañar. El señor Álvarez es gerente comercial y bien sabe que la realidad es otra. Lo sabe porque es especialista en Marketing.
Los productos no se eligen sólo por sus atributos físicos (olor, color, sabor, valor nutricional, precio,...) sino y sobre todo por sus atributos emocionales. Por eso la pizza Tarradellas cuesta más que la de marca blanca Hacendado aun saliendo de la misma fábrica. Se trata de los mismos atributos físicos básicamente, pero Tarradellas añade atributos emocionales: la casa, el hogar, la familia, la abuela. Y por eso pagamos un euro y pico más por ella. Por llevarnos a casa a la abuela del anuncio.
Los productos son entes emocionales y me parece fatal que don Álvarez reniegue de ello, ya que es precisamente esto lo que le da de comer. Máxime en una industria como es la cosmética, en donde todo es emoción (glamour, elegancia, blablabla).
Yo no digo que un esmalte se elija sólo por el nombre. Por supuesto que se escogerá por el color, pero también por esa nebulosa de otros atributos. Todo debería acompañar. Y ya puestos a acompañar, mejor que sea con palabras que no denigren a la mujer.
Cuando yo me maquillo quiero que mis productos me digan "¡Buenos días, Maru!", "¡Qué guapa estás!", "Te voy a dar un toquecito de color y te voy a dejar estupenda". Yo no quiero abrir mi cajón de maquillaje y que mis botecitos me digan "¡Buscona!", "¡Casquivana!", "¡Puta!".
El absurdo es tal, que en las redes ya circulan todo tipo de versiones de los esmaltes Masglo:
Como hoy me siento creativa, me he preguntado qué color es el que llevaría el Poeta de los Nombres (sin tener por qué sentirse así, por supuesto):
Lo que más me enfada de esta historia no es el señor Álvarez dejando claro que para Masglo la pela es la pela por encima de la ética, ni el Poeta de los Nombres vomitando arcoiris en Facebook, ni al community manager (por favor, poned a un profesional ahí, gracias) bloqueándome. Lo que me enfada es que el "Buscona" sea el color más vendido de Masglo en Colombia.
A esos extremos ha llegado el machismo: a que lo veamos normal y lo compremos. A que nos veamos sexys llevando el color "Buscona". Verse sexy, señor Álvarez, es otra cosa. Espero que se lo sepa explicar a sus hijas, si las tiene.
Me cabrea tener que seguir levantando la voz por tantas y tantas mujeres que sufren violencia de género, pero lo seguiré haciendo. Los asesinatos y las palizas tienen su germen social en los micromachismos, y este lo es.
¡Besos a todos y todas!