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Granos en la espalda: consejos para luchar contra ellos.

21 diciembre 2015

Vaya tema agradable el de hoy, tan agradable que casi ni se habla de él: el apasionante mundo de los granos en la espalda. Os cuento mis remedios y consejos varios para luchar contra ellos... o por lo menos para mantenerlos a raya.

No es un tema muy navideño que digamos, como que es más propio del verano, ¿verdad? Pero en vista de que el "problema" de los granos en la espalda no se soluciona de un día para otro sino que requiere paciencia y constancia, creo que está bien hablar de él ahora... para ponernos ya las pilas y lucir bien en verano :D


Fuente: Google imágenes

Granitos en la espalda: la higiene es fundamental

Aunque sea algo obvio no quiero obviarlo: la higiene diaria es fundamental. Con ella lograremos eliminar el exceso de sebo, sudor y suciedad, causas principales de la proliferación de las bacterias y del taponamiento de los poros de la piel. Y otra obviedad: no hay que tocarse, ni rascarse, ni espachurrarse los granitos, etc.

Ahora bien, creo que se comete un error a la hora de tratar el acné y es pensar que las pieles con este problema son todoterreno, cuando en realidad son pieles desequilibradas, irritadas e inflamadas. Es un error eliminar el sebo del todo, usar jabones agresivos, dejar la piel reseca y tirante,... Con eso la piel se irrita aún más y se produce un efecto rebote. Por no hablar del picor que te entra (y que hace que te quieras rascar más).

Usad preferiblemente jabón en pastilla para limpiaros la zona. Los jabones en pastilla tienen un pH más básico que los que son en gel, un ambiente en el que las bacterias no pueden vivir. Ahora bien, usad pastillas que no os dejen una sensación de tirantez y picor. Si podéis, hacéroslas vosotros mismos (podéis seguir el tutorial sobre cómo hacer jabón). Si no podéis hacer el jabón vosotros , usad jabones naturales.




Fuente: Google imágenes


Si notáis que los jabones en pastilla os secan demasiado, usad geles suaves. Un truco: añadid al gel unas gotas de aceite de árbol de té y mezcladlo. Mano de santo. Si aún así el gel os irrita, aguadlo.

La espalda, al final

Si toca lavarse el pelo, lavaros la espalda al final. Así evitaréis que el acondicionador del pelo os vuelva a engrasar la piel de la espalda.

La hidratación de la piel de la espalda

No uséis productos grasos para hidratar la piel de la espalda, sino cremas específicas para pieles grasas o simple aloe vera al que añadáis unas gotas de aceite de árbol de té.

No está de más recordarlo: no uséis cremas que contengan siliconas, parafinas y demás derivados del petróleo. Taponan la piel y no la dejan respirar. No son más que fuente de puntos negros y más granitos, producen un círculo vicioso. Leed la lista de ingredientes de los productos, porque los hay específicos para pieles grasas, con ingredientes que van bien como el ácido salicílico, pero que también incluyen siliconas y demás. Esos productos no nos valen. Un ejemplo de producto que no vale, son las cremas de la gama de árbol de té de The Body Shop.

Y esto por no hablar del aceite Johnsons, que es más útil en una caja de herramientas que en el plato de ducha. (Nota mental: post sobre esto).

Pelo y ropa antigranitos

Procurad que el pelo no os roce la espalda. En invierno esto es fácil, pero en verano no tanto. Si usáis camisetas de tirantes o espalda escotada procurad llevar el pelo recogido. Quizá no sea lo más estético del mundo si tenéis la espalda con granitos, pero pensad que aquello forma parte "del tratamiento" y que se trata de algo temporal.

Hablando de ropa... Que sea de algodón, al menos la que está en contacto con la piel de la espalda. Las fibras naturales son las que mejor dejan respirar la piel. Por eso la recomendación se extiende no sólo a la ropa de calle sino también a la de andar por casa, al pijama y, si no usáis (uuuuuh!), también a las sábanas.

Tratamientos extra contra los granitos de la espalda

En cuanto a tratamientos extra la idea es no agredir la piel, de por sí irritada. Una exfoliación cada diez-quince días no está de más, con la idea de limpiar los poros retirando células muertas. Lo mejor es usar exfoliantes de partículas muy finas. Podéis usar bicarbonato mezclado con miel o con yogur sobre la piel húmeda. O si preferís un exfoliante "ya hecho" os recomiendo el de Acure, del que os hablé hace poco, ya que tiene el grano muy fino. Los exfoliantes de partículas gordas en este caso son ineficaces e irritan más la zona.



Fuente: Google imágenes


En general no recomiendo usar guantes de crin, lufas, esponjas y demás utensilios que exfolian la superficie de la piel pero no tienen capacidad de limpiar el poro. Son muy prácticos para pieles sanas, en las piernas para evitar que se enquisten pelitos, etc, pero en este caso concreto empeoran la situación irritando la piel sin obtener nada a cambio.



Fuente: Google imágenes


Lo mismo que en la piel grasa de la cara son muy eficaces las mascarillas de arcilla, en la espalda vienen muy bien. Sí, es más complicado aplicarlas (momento contorsionista) pero merece la pena. Con mezclar arcilla (la blanca o caolín es más suave, la verde seca más) y agua vale. Si tenéis, añadid a la mezcla unas gotas de árbol de té. Podéis replicar en casa la receta (mejorada) de la mascarilla Mint Julep. Dejadla unos minutos hasta que notéis que la mascarilla se seca, pero no dejéis que se seque del todo, resultaría demasiado agresiva. Por lo mismo tampoco aconsejo exfoliar y hacerse una mascarilla de arcilla en la misma sesión.





Fuente: Google imágenes


Como tratamiento extra diario os recomiendo usar piedra de alumbre sobre la espalda. Sí, sí: me refiero a esa piedra que se usa como desodorante natural. La piedra de alumbre es más o menos eficiente como desodorante dependiendo de la persona y de las características de su sudor. Se usa como desodorante debido a sus propiedades antibacterianas. Por eso, además de como desodorante, tiene otros usos. Uno de ellos es para tratar los granitos.

¿Cómo usarla? Se desliza la piedra sobre la superficie a tratar previamente humedecida (lo más práctico es hacerlo al salir de la ducha) y se deja secar la piel al aire. Otra forma de aplicar la piedra de alumbre es humedecer ésta y deslizarla por la piel seca. La sensación que deja es de cierta tirantez, por lo que tras secarse recomiendo usar una hidratante ligera o el aloe vera que os comentaba antes.



Fuente: Google imágenes


¡Espero que estos consejos os sean útiles y que notéis poco a poco resultados! Como con todo, la constancia es fundamental.

Si de todos modos los granitos persisten o realmente consideráis que se trata de un caso grave (por ejemplo si se os forman quistes) no dudéis en acudir al dermatólogo.

Un beso a todos y ¡buen arranque de semana!

Alopecia y Svenson: perder el pelo... y la paciencia.

12 marzo 2015

Svenson es una cadena de clínicas especializadas en alopecia, es decir, en la pérdida del cabello. Mi experiencia con ellos no fue como paciente, lo aclaro, pero hace años tuve ocasión de conocerles "desde dentro". Y no me llevé una buena impresión. Hoy os cuento por qué me dio la sensación de que los pacientes en Svenson aparte de perder el pelo perdían la paciencia.

En internet he visto opiniones negativas de estas cínicas desde el punto de vista del paciente. Con este post aporto la visión desde la trastienda porque sí: vi una serie de cosas que no me gustaron nada de nada.



Tras un problema de pérdida de cabello puede haber un simple cambio estacional pero también podría haber problemas emocionales (estrés, ansiedad,...), físicos o genéticos. Y estaréis de acuerdo conmigo en que el que está realmente capacitado para evaluar esto es un médico.

Eso mismo es lo que yo pensaba antes de mi experiencia Svenson (llamémosla así). Tras pasar por ahí, abrí los ojos: para diagnosticar no hace falta ser médico. Basta con ser comercial.

Básicamente y por lo que vi, Svenson distribuía productos a lo Naturhouse. Existía un equipo de comerciales que realizaba el diagnóstico de los pacientes de acuerdo a los manuales de la compañía y que recomendaba los productos propios de Svenson.

Aunque el problema del paciente no fuera merecedor de un tratamiento médico (por ejemplo por esos casos de cambios estacionales que os comentaba) los comerciales se apoyaban en la urgencia, en el "usted verá lo que quiere hacer con su pelo", en crear una necesidad a base de exagerar la situación y una dependencia de los productos. Aunque no tuviera un problema, aunque tuviera una melena envidiable, el paciente/cliente salía de ahí pensando que realmente lo tenía. Y que había que resolverlo con los productos de la casa.

Casi peor es el caso de la gente con calvicies irreversibles, a los que ilusionaban...


Vender peines a calvos.

Los guiones estaban perfectamente definidos y estudiados, lo mismo que los equipos de ventas de cualquier empresa se estudian su argumentario comercial. Al igual que en el caso de Herbalife, detrás de los productos hay un médico "lumbreras", pero en las clínicas no había médicos. Sólo comerciales.

El médico aparece, por supuesto, cuando Svenson hace un tratamiento de implante capilar. Pero para la gran mayoría de los casos, no se realiza un implante. Ese es el último paso después de haber probado todo lo demás. De haberte dejado cientos o incluso miles de euros. Se recetan unos productos (champús, ampollas,...) y un vuelva a consulta.

Insisto. Cuando digo que lo que hay en Svenson son comerciales, lo que digo es que tras mi colaboración con ellos me propusieron seriamente trabajar como comercial allí. ¡A mí!

Yo no soy médico como para hacer diagnósticos. En aquella época ni siquiera me interesaba la cosmética, ni la química, ni nada de nada. Ni me interesaba ni (lo que es más grave) tenía la más remota idea. Era una simple experta en Marketing. Nada más (aunque mi colaboración con ellos no fue ni siquiera en ese campo).

Pero Svenson me quería para hacer diagnósticos aprendidos de memoria del manual, me quería para tener pacientes y recetarles productos. Me quería para vender. Aquello a mí no me pareció ético. Me quedaba en paro, pero me negué.

Porque la gente acude a Svenson con un posible problema médico pensando que quien le atiende es un médico. Y no es así. Tras un síntoma de ese tipo se necesitan exámenes médicos, análisis de sangre y no un "pull-test"  y ya (tirar de mechones de cabello a ver si alguna hebra cae).

Hace ya años de aquello, pero ahora que sí me interesa la cosmética, que sí tengo un blog donde expresarme y gente que me lee, tenía que decirlo. Porque lo que me interesa es que la gente que tiene un problema médico vaya al médico. Me interesa que nadie te engañe.

¿Alguna experiencia Svenson en la sala?

¡Besos a todas y todos!
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