Mostrando entradas con la etiqueta cremas caseras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cremas caseras. Mostrar todas las entradas

Cómo eliminar la celulitis con ingredientes naturales (o al menos plantarle batalla)

03 mayo 2017

El verano está a la vuelta de la esquina y se nota en el blog. Salimos de nuestra crisálida invernal (al estilo del anuncio de Ikea) y... el espejo nos delata. Está habiendo un repunte de visitas en el artículo que escribí sobre el método de entrenamiento BBG de Kayla Itsines y me escribís preguntando por cremas anticelulíticas o reductoras. Hemos tenido todo un año para cuidarnos pero... en fin, todos somos humanos y lo dejamos "para el final". Así que hoy daremos un repaso a los ingredientes que pueden ayudarnos a eliminar la celulitis o al menos a plantarle batalla, aquellos que deberíamos buscar en los productos anticelulíticos que usemos. Pero antes aclaremos unos conceptos:

Qué es la celulitis

Lo primero de todo, me gustaría aclarar a qué me refiero cuando hablo de celulitis. Siendo estrictos con el lenguaje, celulitis es una inflamación de la estructura de la piel debida a una infección y cuando esto sucede hay que ir al médico. Créeme: dolerá lo suficiente como para tener que ir. Sin embargo, se suele "prostituir" dicho término médico para hablar de algo muy mundano y que dista de tratarse de una enfermedad: la piel de naranja.

La celulitis de la que hablaremos hoy es de la segunda y es "simplemente" un "problema" estético. Está causada por la acumulación de grasas, agua y toxinas en capas profundas de la piel y hace que empeoren la circulación de la sangre y el drenaje linfático, sistemas que precisamente son la vía natural para eliminar los desechos del organismo, provocando un efecto "pesadilla pescadilla que se muerde la cola". Y como consecuencia de lo anterior, se forman esos hoyuelos socialmente antiestéticos que todas odiamos y que tanto dinerito le dan a las casas cosméticas.




Aunque no se trate de una enfermedad, tampoco está de más conocer el origen de la propia celulitis. En este sentido sí cabe pensar que no está de más comentarlo con el médico, pero no porque se trate de una enfermedad en sí.

Hay muchos factores que influyen en el desarrollo de la celulitis y algunos de ellos están fuera de nuestro control, como son los factores genéticos y hormonales. Otros factores sí los podemos controlar, como alimentarnos correctamente, hacer deporte, beber agua, evitar el tabaco y el alcohol o utilizar productos cosméticos anticelulíticos.




Atención SPOILER: "portándonos bien" y adoptando todos estos buenos hábitos lograremos una mejoría (en el aspecto de la piel de naranja y en nuestra salud), pero no una desaparición total y por siempre de la celulitis. En este sentido podemos hablar de que se trata de una guerra perdida de antemano.

Sin embargo, sí tiene sentido presentarle batalla a la celulitis, porque implica emprender un camino de buenos hábitos que nos llevará a una mejoría estética y de nuestro estado de salud en general. Así que... ¡a por ella!


Las cremas anticelulíticas

Con esto de que la sociedad de hoy en día ha castigado (estéticamente hablando) la piel de naranja, las casas cosméticas se afanan presentándonos "cremas milagro" contra la celulitis. Desengañémonos: la crema anticelulítica perfecta no existe, sobre todo si nos limitamos a aplicárnosla sin cambiar nuestros hábitos por otros más saludables.

Pero pongamos que sí lo hacemos, que corregimos nuestra alimentación, que dejamos de lado el alcohol y el tabaco, que empezamos a hacer deporte y cumplimos con los consabidos dos litros de agua al día. Ahora sí tiene sentido utilizar una "ayudita cosmética". ¿Y qué ingredientes naturales son los que tenemos que buscar en nuestras cremas anticelulíticas? Estos:

Qué ingredientes naturales tienen que tener las cremas anticelulíticas

Seguro que hay muchos otros, pero estos son los más habituales:

 Cafeína: estimula la eliminación de las grasas y tiene un efecto drenante, de ahí que sea un ingrediente clásico en las cremas anticelulíticas. Además, mejora la circulación sanguínea, algo que ya habíamos visto que con la celulitis empeora. De ahí que también se utilice en los contornos de ojos, para reducir bolsas y ojeras.

 Extracto de centella asiática: es una planta con propiedades diuréticas, lo que ayuda a movilizar las grasas, líquidos y toxinas que se acumulan en capas profundas de la piel dando lugar a la celulitis. Además activa la circulación de la sangre y estimula el sistema linfático.




 Extracto de fucus: es un alga que se encuentra en varias partes del mundo, entre ellas en las costas gallegas. Por su contenido en potasio ayuda en la eliminación de líquidos y tiene un efecto antiinflamatorio del tejido adiposo, por lo que es útil para combatir la celulitis. Como todas las algas, mojadas incrementan su volumen de forma espectacular, por lo que a menudo la encontramos también en pastillas para controlar el apetito. Su empleo para tratar la obesidad también se debe a que estimula la tiroides y el metabolismo basal.

 Extracto del castaño de Indias: mejora la circulación gracias al contenido de escina de sus semillas (de las que se saca el extracto) y favorece la eliminación de líquidos.

 Extracto de rusco: otro vegetal que se usa para los problemas relacionados con la circulación. Así, también se usa para la cuperosis o rojeces. En cuanto a la celulitis la conbate además de mejorando la circulación, por sus propiedades drenantes, depurativas, antiinflamatorias,...

 Extracto de hiedra: sí, sí, ese arbusto trepador que vemos a menudo en los jardines tiene efectos vasodilatadores mejorando la circulación. Ahora bien, al ser tóxica siempre debe tener uso externo (a menos que haya un médico detrás). Esta planta me da más respeto, ya que he leído que la hederina (uno de sus compuestos) es vasoconstrictora en dosis altas (es decir, que si nos pasamos hace el efecto contrario).

 Extracto de té verde: últimamente me he hecho adicta a las infusiones de té verde y desde el segundo día he empezado a notar lo diurético que es. Mis días se reducen a un ir y venir del baño. Tiene un gran poder antioxidante, por lo que para la piel en general y la celulitis en particular (por lo que favorece la eliminación de líquidos y toxinas) va genial.




 Extracto de fenogreco (conocido también como alhova): es una planta habitual en los campos de trigo y se viene usando desde hace siglos en las cocinas tradicionales de varias partes del mundo (ya sea como especia, sus semillas, sus hojas,...) Tradicionalmente se le confieren propiedades digestivas y galactogogas (favorece la subida de la leche materna). También se usa como suplemento para controlar el colesterol y diabetes. En la actualidad están estudiándolo en tanto que puede ser útil en la lucha contra el cáncer. En cuanto a la celulitis, ayuda a drenar.

 Extracto de mirtillo: los mirtillos están llenos de antioxidantes y tienen propiedades para mejorar la circulación sanguínea: de ahí su utilidad para luchar contra la celulitis.

 Aceite de almendras dulces: de todos los aceites vegetales este es el que más veces se nombra cuando se habla de luchar contra la celulitis. Por ahora no he encontrado el motivo real por el cual se le suponen propiedades contra ella. Sin embargo, lo dejo en este listado por lo siguiente: todos los aceites vegetales (girasol, almendras, oliva,...) van genial contra la celulitis en cuanto que permiten masajear durante largo tiempo la piel, la nutren dándole una mejor apariencia y porque en ellos se pueden disolver aceites esenciales que sí que tienen actividad específica contra la celulitis y que no (¡nunca!) se pueden aplicar directamente sobre la piel. La idea es echar una o dos gotas de aceite esencial en cada masaje, no más (o corremos el riesgo de irritar la piel). Los aceites esenciales más efectivos en este sentido son: de limón, geranio, enebro, ciprés, lavanda, naranja amarga, romero y menta.

 Vitaminas: la A participa en la síntesis del colágeno, la E es el antioxidante por antonomasia, la C también es antioxidante y combate los radicales libres,... En general, las vitaminas ayudan a tener una piel más sana y resistente, lo que se traduce en que la piel de naranja se haga menos evidente.

 Mentol: el mecanismo en el que el mentol puede ayudar a combatir la celulitis es curioso. No sé si habéis probado alguna vez alguna crema para piernas cansadas. Habitualmente contienen mentol, que al contacto con la piel da una sensación de frío muy refrescante. Pues bien, en 2014 un grupo de médicos investigadores de la Universidad de Padua (Italia) descubrió el mecanismo por el que se activaban los tejidos adiposos al contacto con el mentol, con la intención de generar calor. Engañamos al organismo haciéndole pasar frío de forma localizada y se pone a gastar grasa para producir calor. Podéis leer el resumen de la publicación de la investigación en la revista "Molecular and Cellular Endocrinology" aquí. Nota mental: traducirlo, completarlo con las notas de prensa que salieron en aquel entonces y contároslo con más detalle en un post, porque la verdad es que es un hallazgo sorprendente. En resumen: no usaré la crema para piernas cansadas sólo para las pantorrillas ;)

Cosas a tener en cuenta con los ingredientes de los cosméticos anticelulitis

Aparte de tener en cuenta lo habitual en un cosmético (una formulación respetuosa con la piel y el medio ambiente, por tanto sin derivados del petróleo, siliconas, etc) hay que tener en cuenta que algunos de los ingredientes naturales que os he mencionado y que se suelen utilizar en las cremas anticelulíticas estimulan la tiroides o no son adecuadas para usar durante el embarazo. Si esa es tu situación, consulta con un médico antes de empezar a usarlas.

Ten en cuenta que los ingredientes que he comentado deberían encontrarse en una proporción suficiente para que efectivamente hagan algo por nuestra piel. Las listas de los ingredientes cosméticos de los productos van ordenadas de mayor a menor presencia de los ingredientes en la fórmula, de forma que no sirve de nada que estos ingredientes clave en la lucha contra la celulitis se encuentren al final. Vigilad que se encuentren en la primera mitad de la lista o al menos delante de los ingredientes que sabemos que están en las fórmulas en cantidades mínimas, como los perfumes y los conservantes. La excepción la constituyen los aceites esenciales, que suelen ir al final de las fórmulas.


Además de los ingredientes, lo importante en los cosméticos anticelulíticos es su aplicación: ser constantes e insistir con el masaje. Es más, yo diría que el masaje es incluso más importante que la crema en sí. El masaje circular ascendente es fundamental ya no sólo para que el producto penetre en la piel sino per se. No es de extrañar que en los centros de belleza haya masajes específicos para tratar la celulitis, y es que el masaje hace mucho.

En este sentido, y como os he comentado antes, hay texturas que ayudan más que otras. Van muy bien los productos aceitosos o las cremas que tardan en absorberse. Pueden ser latosos de aplicar, pero en este caso realmente necesitamos un producto que tardemos en aplicarnos, en el que tengamos que emplearnos a fondo.

De ahí que usar exfoliantes corporales sea también un remedio efectivo, por lo que nos obligan a masajear la piel. Hace un tiempo publiqué la receta del exfoliante anticelulitis de café, igualito al de la marca Frank (sólo que hecho en casa sin gastarnos un duro). Varias lo probásteis y me comentásteis que os había gustado un montón, que os dejaba la piel suave y tonificada: ¡anímate a hacerlo!




Sobre todo no te agobies. Tener celulitis es algo común (lo raro es no tenerla). Luchar contra ella es positivo en cuanto que hacerlo implica cambiar hábitos y mimarnos más, lo que redundará (sí, también) en nuestro aspecto, pero sobre todo en nuestra salud.

Y eso sí que es lo más importante.

¡Pasad buen día!

¿La vitamina E es un conservante natural?

16 septiembre 2016

Hay blogs que sigo (casi) exclusivamente por sus fotos, uno de ellos es Freutcake. Sus fotos de comida son, sencillamente, espectaculares. El caso es que publicó un artículo que contenía una frase que no por manida es cierta del todo: "aceite de vitamina E - un conservante natural que aumenta la vida del producto y suaviza las manos".

Como os digo, no es la primera vez que oigo eso de que la vitamina E es un conservante. En un lenguaje de andar por casa, lo es. Pero técnicamente no: es un antioxidante. Desgranemos la afirmación y veamos qué tan cierto o no es cada punto.

Vitamina E iHerb Now Foods
Vitamina E


¿La vitamina E es un aceite?


La vitamina E (tocoferol) no es un aceite sino una vitamina liposoluble, es decir, que se disuelve en aceite. De ahí que las grasas sean una de las fuentes principales de vitamina E para el organismo, muchos aceites vegetales contienen per se, una buena cantidad de vitamina E. Y también por eso cuando compramos vitamina E (la venden en cápsulas en las farmacias, o en cualquiera de las tiendas que venden ingredientes cosméticos - ver aquí,  aquí y aquí) se presenta disuelta en un aceite vegetal.

Lo más frecuente es que los preparados comerciales presenten la vitamina E disuelta en aceite de soja, pero puede estar disuelta en otros aceites vegetales como el de girasol, oliva,... La que utilizo yo es la vitamina E de Now Foods, que os enseño, la contiene disuelta en aceite de oliva. Se puede tanto ingerir como usar de forma tópica. Lo compré en iHerb (podéis usar mi código de descuento: MBL015), ahora le han cambiado el diseño de la etiqueta pero es el mismo producto. Como os digo, también lo podéis encontrar (de otras marcas) en farmacias, tiendas online y herbolarios, ya sea en formato dispensador o en cápsulas blandas.

¿Recordáis el Bio oil, ese producto que de bio tiene sólo el nombre? Contiene aceite de girasol, con la intención de que regenerara la piel por su riqueza en vitamina E. Ahora, que esa bondad (y la deseada coherencia del nombre con el producto) quedaba eclipsada por la para-nada-bio parafina...

¿La vitamina E es un conservante?


Siendo puristas, la vitamina E es un antioxidante, pero no un conservante.

Por antioxidante se entiende que ralentiza la oxidación (es decir, el enranciamiento) de las grasas. Sin embargo, un producto cosmético que contenga agua se va a poner malo por mucha vitamina E que contenga. La vitamina E sólo y exclusivamente se encarga de mantener en condiciones las grasas del producto (al menos durante un tiempo). Pero de todo lo demás se tiene que ocupar un conservante.

¿Qué productos cosméticos no necesitan conservante? Los que no contengan agua. Por ejemplo, los aceites corporales, las mantecas, los bálsamos labiales,... Todos esos con vitamina E se mantendrán en buenas condiciones (al menos, como os digo, durante un tiempo). Pero las cremas, los serum, los contornos de ojos,... necesitan un conservante.

Existen aceites corporales que incluyen un conservante. Por lo que he comentado hasta ahora, un producto 100% aceite no necesita conservante. Sin embargo, lo recomendable es que los productos que vayan a estar en contacto con el agua lo lleven, a modo de precaución.

Se me viene a la mente, por ejemplo, un aceite corporal para bebés de la marca Angelito, que comercializa Aldi. Está elaborado con un 100% de aceites vegetales, lo lógico es que no contuviera ningún conservante. Sin embargo lo contiene, debido a que es un producto que suele estar en el baño y podría entrar en contacto con el agua. Como conservante lleva phenoxyethanol (¿recordáis que os hablé de él, aquel conservante que la propia Unión Europea indica que no debe usarse en la zona genital de niños menores de 3 años? Lo mencioné en el post de cosmética para bebés). Es una pena, porque echa a perder el resto de la fórmula.

Vitamina E iHerb Now Foods
Vitamina E: un antioxidante natural


¿Por qué se enrancian las grasas?


Las grasas de origen vegetal o animal se enrancian por varios motivos: porque entren en contacto con un agente externo contaminante, debido a la luz, a la humedad, al calor,... Existe un enranciamiento hidrolítico y otro oxidativo, pero por no complicar las cosas digamos que los ácidos grasos reaccionan con el oxígeno y se reestructuran formando compuestos no deseables que dan ese mal olor y sabor a rancio típico de los aceites estropeados. La vitamina E logra frenar ese proceso, de ahí que sea un "antioxidante".

Los aceites minerales (los derivados del petróleo) no se enrancian. Debido a esto y a su bajo coste, se usan muchísimo en la industria cosmética, sustituyendo a los aceites vegetales, tradicionalmente empleados. Un aceite Johnson, por poner un ejemplo, puede permanecer años en las estanterías de una tienda sin estropearse, ya que es un producto inerte (pura parafina). No necesita vitamina E (aunque la contiene, simplemente para "lavar conciencias").

¿La vitamina E suaviza las manos?


Hasta ahora he hablado de la propiedad antioxidante de la vitamina E desde el punto de vista de "beneficio químico", al lograr alargar la vida de los aceites vegetales.

Esa misma propiedad antioxidante es útil para la piel, ya que su incorporación a nuestra rutina de cuidados diaria logra frenar el proceso de los radicales libres que provoca su envejecimiento. Y esto no sólo vale para la piel sino para todo nuestro organismo, de forma que no hay que olvidarse de proporcionársela a nuestro cuerpo tanto por fuera como por dentro.

Esta propiedad de bloquear la acción de los radicales libres en la piel no sólo es interesante para contrarrestar los procesos naturales de envejecimiento sino también para compensar los daños que provoca el sol. Es decir, no sólo debe estar presente en nuestras cremas sino también en los productos solares y aftersun.

Ahora bien, las dosis necesarias de vitamina E en un cosmético son distintas según se pretenda alargar la vida de las grasas que contiene o si también se busca ese beneficio adicional para la piel. Para lo primero la dosis recomendada es de un 0,02% a un 0,2% de vitamina E del peso de las grasas del cosmético que haya que conservar. La dosis para lo segundo es de un 0,1% a un 0,5% del peso total de la fórmula del cosmético.

Llamadme mal pensada, pero a veces dudo de que las cremas con vitamina E (y que incluso se anuncian en la etiqueta como tales) la contengan en suficiente cantidad como para que sean efectivas en la piel. Probablemente se queden en el porcentaje mínimo necesario para prevenir la oxidación de las grasas. Sobre todo me entran las dudas cuando estoy frente a cosmética comercial que usa aceites minerales combinados con algunos vegetales: si su política es la de ahorrarse el coste de usar un 100% de aceites de origen vegetal en su fórmula, ¡qué van a gastarse los cuartos en vitamina E más allá de la estrictamente necesaria para que el producto no enrancie!

Vitamina E iHerb Now Foods
Vitamina E: ¡no puede faltar en tu rutina!


A modo de resumen:

 La vitamina E es un antioxidante, no un conservante.
 Ralentiza el proceso natural de enranciamiento de las grasas vegetales.
 Además, tiene propiedades antiedad para la piel, siempre que la dosis sea superior a un mínimo determinado.


¡Y hasta aquí el post de hoy! Espero que haya sido interesante, curioso,... y haya disipado la duda de si la vitamina E es o no un conservante.

¡Besos a todos!

Cosmética casera: cómo medir los ingredientes

13 septiembre 2016

Todas nos hemos hecho una mascarilla de arcilla, mezclando los ingredientes "a ojo". Hay recetas cosméticas que no necesitan balanza de precisión ni ningún cacharro extraño. Sin embargo, cuando la cosmética casera se vuelve un hobby, la precisión al medir se vuelve una necesidad. Nuestras abuelas hacían jabón añadiendo la sosa "a ojo". Sin embargo no puedo hacer otra cosa que recomendaros que, si os animáis a hacer cosméticos en casa, os hagáis con una balanza de precisión. Incluso si tenéis una abuela cerca, ¡vuestra piel os lo agradecerá!



Usar balanzas de precisión para hacer cosmética casera

Entiendo que no todos tengáis una balanza de precisión en casa. Podríamos decir que hay dos tipos de cosmética casera DIY: aquella en la que no pasa nada por mezclar los ingredientes a ojo (por ejemplo para hacer una mascarilla facial, un exfoliante,...) y otra, más "profesional" (jabones, cremas caseras,...), que utiliza ingredientes como conservantes, antioxidantes, etc, en la que tener una báscula de precisión es fundamental.

Si encontráis recetas de cosmética casera por internet o en libros en los que se miden los ingredientes con cucharadas, mezclando unidades de volumen con las de masa, una de dos: o estáis frente a un cosmético del primer tipo o frente a una fórmula elaborada "de aquella manera". Yo no me fiaría mucho de ella, la verdad.

Realmente es complicado (e incluso peligroso) replicar la cosmética del segundo tipo, más compleja, sin disponer del instrumental apropiado. A menudo me escribís preguntándome que a cuántas cucharadas corresponden los 3 gramos que habéis visto en alguna receta cosmética. Esto no lo puedo saber, porque... ¿Cuántos gramos caben en tu cuchara? ¿Cómo es de grande? ¿Qué tanto la llenarás?

Para algunos ingredientes realmente no importa pasarse o quedarse corto, pero para otros la precisión es fundamental: para los conservantes, los antioxidantes (al menos hay que asegurar un porcentaje mínimo), para la sosa de los jabones (y en este caso sí que es mejor quedarse corto que pasarse),... Realmente lo suyo es hacerse con una balanza de precisión.



Los ingredientes de los cosméticos caseros se expresan en gramos... ¡incluso los líquidos!

Los ingredientes en polvo suelo pesarlos sobre un trocito de papel. Después uso el papel de ayuda para volcarlos en el recipiente donde esté haciendo el cosmético. El resto de ingredientes sólidos suelo pesarlos metidos en un cuenquito, en las tapas de los envases,... En cuanto a los líquidos... también se pesan, siendo preferible que para ello se introduzcan en el recipiente final donde se esté haciendo el cosmético.

Una de las cosas que más me llamó la atención cuando empecé en el mundo de la cosmética DIY es que los ingredientes líquidos no se miden en unidades de volumen sino de masa. Es decir, que se hablaba, por ejemplo, de gramos de agua y no de mililitros. No se trata de un error sino que está hecho adrede, ya que así:

 Se minimiza el número de cacharros que se necesita tener para hacer cosmética casera. Los que tengáis como hobby la cocina sabréis de qué estoy hablando :D 
 Es más fácil replicar una receta cuya fórmula está expresada por entero en gramos que si combina unidades de masa y de volumen. Esto es porque usando jeringas, pipetas, etc siempre hay una merma de líquidos, que quedan adheridos en el instrumento.

De todos modos, usar unidades de masa para los líquidos no es un error: es simplemente que no estamos acostumbrados a hacerlo así. Nos solemos guiar por lo que ocupan (el volumen) y no por la masa. No se puede hacer una "traducción literal" de unidades de masa (ej. gramos) a unidades de volumen (ej. mililitros, quizá animados (me imagino) por el hecho de disponer de un vaso medidor en la cocina (porque si no, no me explico el interés, jejeje!). Esto se debe a que hay que tener en cuenta la densidad del líquido.

La densidad tiene su propia fórmula: se trata de un cociente cuyo numerador es la masa y cuyo denominador es el volumen. Si despejamos, la masa no es igual al volumen, sino que es igual a volumen multiplicado por densidad. Y por lo mismo, volumen es igual a masa dividido entre densidad.

La densidad del agua es 1 g/ML, por lo que es uno de los ingredientes (por no decir el único caso) en el que la masa es igual al volumen. Es decir, que es el único ingrediente para el que se puede utilizar el vaso medidor de la cocina o la balanza indistintamente. Sin embargo, esto no es así para el resto de ingredientes: el aceite de ricino (uno de los más densos) tiene una densidad de 0,951 g/ML. Por tanto, 100 gramos de aceite de ricino (que es como está expresado en las recetas de cosméticos caseros) son 95,1 ml.

Nota que el aceite de ricino, que como digo es de los más densos que hay, es con todo menos denso que el agua: por eso los aceites flotan en agua.

Existen excepciones con respecto a lo de medir los ingredientes líquidos en gramos:

 Cuando el fabricante indica las equivalencias en gotas. Esto sucede mucho con los conservantes o con la vitamina E. Por ejemplo, Aromazone indica que 1 ml equivalen a 32 gotas de vitamina E a temperatura ambiente (porque esa es otra: la temperatura ambiental afecta a la densidad y, por tanto, las gotas podrían contener más o menos vitamina E). 
 Las fragancias, que suelen indicarse en las recetas cosméticas en gotas. De todos modos, muchas veces estos ingredientes se incorporan a efectos aromáticos y, por tanto, se añaden "a gusto". 
 Lo mismo sucede con los aceites esenciales, pero en este caso hay que respetar la dosis, ya que un exceso de aceite esencial puede irritar la piel y sensibilizarla.


Tener en cuenta la tara

Hay algo que debemos tener en cuenta al pesar con nuestras balanzas y es la tara: de alguna forma hay que decirle a la balanza que pese el ingrediente y no el recipiente en el que se encuentra.

La forma de hacerlo es pesando el recipiente vacío e indicarle a la balanza que tome como cero dicho peso. Encontrarás más detalles de cómo hacerlo en el folleto de instrucciones de la propia balanza. De todos modos suele ser tan fácil como pulsar un botón. Y a continuación (ahora sí) hay que volcar el ingrediente en el recipiente. Así nos aseguramos de que efectivamente estemos pesando lo que nos interesa... y sólo lo que nos interesa.

Un repaso: cómo se miden los ingredientes al hacer cosmética casera


A modo de resumen:

 Existen cosméticos caseros para los que no se necesita balanza de precisión: mascarillas, exfoliantes,... Cosméticos sencillos y básicos. 
 Al hacer cosmética casera más "compleja" los ingredientes se deben pesan con la ayuda de una balanza de precisión. Os pongo el link, como veréis no son caras. 
 No se puede pasar directamente de unidades de masa a unidades de volumen. Hay que tener en cuenta la densidad. 
 En todo caso, usar unidades de masa permite replicar la receta con más precisión, ya que los instrumentos utilizados para medir volumen suelen generar más mermas de líquido que si éste se pesa (sobre todo si se hace en el mismo recipiente donde estemos realizando la fórmula). 
 Tener siempre en cuenta la tara al pesar.


Espero que el post os haya sido útil y sobre todo
haya aclarado el porqué de medir en gramos hasta el agua.

No he querido liar más diferenciando entre masa y peso:
sé que son conceptos distintos, pero he utilizado ambos indistintamente, tal y como se utilizan en la calle :D

¡Un besazo y animaros a adentraros en este hobby! 

Diferencia entre crema hidratante y nutritiva

01 agosto 2016

¡Hola a todos!

A veces las mejores ideas para escribir las dan los comentarios que vais dejando en el blog o que me enviais por e-mail, y esta pregunta no la podía dejar pasar: ¿cuál es la diferencia entre una crema hidratante y una nutritiva? Oiréis y leeréis por ahí que las cremas hidratantes y las nutritivas son distintas unas de otras. Esto no es del todo cierto. Si nos atenemos a cómo se formulan las cremas, todas las cremas son tanto hidratantes como nutritivas, no se puede ser o lo uno o lo otro. Tampoco sería justa si dijera que esta distinción es un mero reclamo de Marketing (aunque algo de ello tiene). ¡Espero que os sea interesante el post!

Crema hidratante nutritiva

Qué es hidratar

Hidratar significa aportar humedad, agua a la piel. Por eso todas las cremas son hidratantes: su primer ingrediente (por tanto aquel presente en mayor cuantía en la fórmula) es el agua.

El proceso de elaboración de una crema tiene tres etapas, llamadas fases. Una de ellas, la primera, se llama precisamente "Fase acuosa" y en ella el agua tiene un papel protagonista.

Hace tiempo os hablé de las tres fases de elaboración de una crema, si queréis saber más sobre ello haced click sobre el link (y así no me repito aquí) :D


Crema hidratante



Qué es nutrir

Si hidratar es dar de beber a la piel, nutrir es darle de comer. En lo que respecta a las cremas, cuando se habla de crema nutritiva se hace referencia a los aceites y mantecas que contiene. Es decir, a esos ingredientes que componen su "Fase grasa".


Crema nutritiva



Entonces, ¿cuál es la diferencia entre una hidratante y una nutritiva?

Como os decía al principio, todas las cremas son hidratantes y nutritivas a la vez. Todas tienen tanto fase acuosa como grasa unidas a través de emulsionantes. Sin embargo, a veces se hace más hincapié en una u otra característica:

Las cremas destinadas a pieles grasas suelen ser más hidratantes que nutritivas: tienen fase grasa, por supuesto, pero contienen un bajo porcentaje de aceites y además estos suelen tener una baja densidad (por ejemplo el de jojoba, que en realidad es una cera). Con ello se consigue que sean cremas más ligeritas, de fácil absorción y que no dejen apenas o ninguna sensación grasa (aunque sí contengan aceites).

Las cremas para pieles secas son hidratantes, claro que sí. Pero suelen formularse con un mayor porcentaje de grasas y usar aceites de alta densidad, incluyendo mantecas (de cacao, karité, mango,...)

Es por esto por lo que es un error pensar que una piel grasa no necesita cremas, porque al menos hidratación por supuesto que necesita (¡y tanto!). Una piel grasa, acnéica, que además esté deshidratada, no es algo poco frecuente de encontrar. Lo peor es que en este tipo de pieles se genera un desequilibrio tal que muchas veces desemboca en un efecto rebote, resultando en una sobreproducción de grasa. Por tanto, incluso las pieles más grasas deben usar hidratante, la cuestión es acertar con la crema.

¡Gracias por esas preguntas tan interesantes!
¡Un beso fuerte!

¿Te ha gustado el post?
¡No te pierdas nada!

Newsletter LTM

Mascarilla Mint Julep casera: Tea Tree Julep (para pieles mixtas y grasas).

14 agosto 2015

La mascarilla Mint Julep de la marca Queen Helene se hizo bastante famosa con el auge de las webs tipo iHerb y Vitacost y la ayuda de alguna que otra Youtuber. Se trata de una mascarilla oriunda de EE.UU., indicada para pieles mixtas y grasas (y para las que no son ni lo uno ni lo otro pero están en esos días del mes que ya tu sabeh).



Mint Julep es una mascarilla de arcilla (kaolín y bentonita, sí, esa que pones en el cajón del pis del gato), óxido de zinc y azufre. Y hasta ahí, porque el resto son colorines, olorcillos y conservantes en entredicho. ¡Ah! Y glicerina, que sirve básicamente para "aguantar" la mascarilla más tiempo sobre la piel. Es un truco muy bueno, apuntado queda :D




El caso es que de "Mint Julep" la mascarilla original tiene poco, porque de menta, de la de verdad, no tiene nada. El color se lo da el óxido de cromo, añadido a discreción, y el olor una fragancia sintética. Y de todos modos, que yo sepa, la menta refresca, alivia la pesadez de piernas, el picor de cuero cabelludo y el dolor de cabeza, pero lo que se dice actuar contra el acné,... como que no. Mejor cedámosle ese privilegio a aceites esenciales como el de lavanda o el de árbol de té.

Por otra parte, aunque se venda en webs tipo iHerb, Vitacost y otras eco-bio-verdes, esta mascarilla tiene conservantes cuestionables, como phenoxyethanol y parabenos.

¡Como que nos la hacemos en casa!





Vídeo de la versión casera de la mascarilla Mint Julep de Queen Helene: no tiene nada del inservible Mint, pero sí de cocktail anti-puntos negros/imperfecciones/espinillas, por lo que podríamos mantener lo de Julep y rebautizar la mascarilla como... Tea Tree Julep.


¡Feliz piel nueva/fin de semana!

Cosmética DIY: Aceites termosensibles.

28 abril 2014

Hace unas semanas, Anónimo me dejó un comentario bajo el post del paso a paso de cómo hacer una crema hidratante en casa (aquí). Básicamente, su duda es qué aceites son termosensibles, algo a tener en cuenta si nos hacemos nuestros propios productos cosméticos, ya que algunos, como las cremas, necesitan que calentemos los ingredientes.


Este era el comentario de Anónimo:

Hola! Me ha encantado la forma en la que has hecho esta crema y me gusta mucho tu blog en general. Ya que aquí hablas de los aceites termosensibles, te voy a pedir un gran favor al que no sé si podrás darme solución. Me resulta bastante complicado encontrar una lista de aceites termosensibles en internet y no termino de aclararme. ¿Cómo podría saber cuáles son? Muchas gracias de antemano y enhorabuena por tan fantástico blog.

El tema en sí es tan importante e interesante que bien merece un post y no sólo una respuesta al comentario, así que ¡muchas gracias, Anónimo!

Como alguna vez he comentado, parte de la teoría cosmetológica que conozco proviene de los participantes del foro de Lola, punto de encuentro italiano de los que tenemos esta afición. La mayor parte de la respuesta a la pregunta de Anónimo la he obtenido de este hilo.

Qué significa que un ingrediente cosmético es termosensible
Se dice que un ingrediente es termosensible cuando sus propiedades se ven alteradas si lo calentamos. No todos los ingredientes son termosensibles a igual temperatura. Para hacer crema normalmente necesitamos calentar la fase A y B a unos 70ºC, así que interesa saber qué ingredientes ya pierden propiedades a esa temperatura.

Lista de ingredientes no termosensibles a 70ºC
- Aceites:
  • Jojoba
  • Aguacate
  • Caprylic capric triglyceride y demás aceites sintéticos
  • Girasol
  • Cacahuete
  • Macadamia
  • Soja
  • Sésamo
  • Neem
  • Pepitas de uva
  • Squalano sintético
  • Tocoferol (vitamina E)
  • Oliva
  • Coco
  • Sésamo
  • Palma
  • Argán
  • Macadamia
  • Almendras si está recién abierto
- Mantecas. En principio forman parte de este listado. Ahora bien, hay que tener cuidado con calentar excesivamente la manteca de karité, ya que al enfriarse de nuevo se quedará con una consistencia grumosa. Lo mejor es calentarla un poco hasta que se haya derretido la mayor parte pero aún queden trozos sólidos. Retiramos del fuego y, dando vueltas, ayudamos para que acabe de derretirse toda la manteca.


Lista de ingredientes termosensibles a 70ºC
- Aceites:
  • Grosella
  • Mosqueta
  • Linaza
  • Germen de trigo
  • Almendras si el aceite tiene tiempo
  • Borraja
  • Camelia

- Squaleno (parte insaponificable del aceite de oliva, también llamado oliveno, distinto del squalano)
- Activos en general (ceramidas, hialurónico, aloe (aguanta hasta los 65ºC si no pasa de 15 minutos), ácidos varios, vitaminas (la E aguanta hasta los 70ºC), alantoína, proteínas,...
- Conservantes
- Fragancias
- Aceites esenciales
- Oleolitos: suelen añadirse o en fase B o en fase C dependiendo del aceite que se haya usado para hacerlos.

El quid de la cuestión está en las vitaminas
Cuando decimos que un aceite pierde propiedades al calentarse a lo que nos referimos es, fundamentalmente, a que pierde vitaminas. Ciertas vitaminas son más sensibles que otras al calor.

En el libro "Vitamine. Il succo della vita" de Angela M. Mauri se dice que son vitaminas termoestables la D, K, B3 (niacina o PP), B6 (piridoxina), B8 (biotina o H), B12 (cianocobalamina). Por otra parte, cita como termosensibles la vitamina A y su precursor el beta caroteno, la B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B5 (ácido pantoteico); B9 (ácido fólico), C (ácido ascórbico) y E (tocoferol). Además apunta que "otros factores capaces de alterar o por lo menos de comprometer la acción de las vitaminas son la exposición al oxígeno y a la luz, el ambiente ácido o alcalino,..."

En definitiva, cuando tengamos entre manos un ingrediente y no sepamos si sufre o no con el calor nos guiamos por el tipo de vitamina que contiene. De todos modos, para el caso de la vitamina E el hilo del foro de Lola no es muy claro. Según el libro mencionado, la vitamina E es termosensible. Según el foro, como aguanta hasta los 70ºC, no pasa nada si la calentamos incluyéndola en la fase B, tratándola como si fuera termoestable. Yo, parte por prudencia y parte por costumbre, siempre la añado en frío en la fase C al hacer crema.


Cómo trabajar con ingredientes termosensibles
La duda sobre la termosensibilidad de los ingredientes surge fundamentalmente al hacer cremas. Como os expliqué en otro post (aquí) una crema se fabrica en tres pasos o fases: la acuosa (A), la grasa (B) y la de enriquecimiento (C). Para hacer la crema, los ingredientes de la fase A se emulsionan con los de la B. Y para ello, necesitamos que ambas fases estén calientes y a temperatura similar.

Pues bien: si hay ingredientes de la fase B (la grasa) que son termosensibles podemos hacer dos cosas:
  1. Reservarlos para ser incorporados en la crema junto al resto de ingredientes de la fase C. La fase C se reserva precisamente a aquellos ingredientes que se incorporan en frío a la emulsión A+B. Forman parte de la fase C los activos cosméticos, el conservante, … Ahora bien, si tenemos una alta cantidad de aceites termosensibles reservados para incorporar en fase C, nos arriesgamos a que se nos "desmonte" la emulsión, ya que el emulsionante ya "ha dejado de trabajar" una vez hemos enfriado la crema. Por eso lo recomendable es que los aceites que se incorporen en la fase C no superen un 3-4% de la fórmula total.
  2. Trabajar con un emulsionante en frío. Existen emulsionantes que son capaces de unir la fase A y B en frío, sin necesidad de calentar nada. Aromazone vende algunos (aquí).
  3. Añadir un poco de emulsionante en frío (los que por ejemplo vende Aromazone o lecitina de soja...) en la fase C con la idea de que los aceites que se añadan en esta fase emulsionen y puedan superar el 3-4% recomendado. Por tanto, A emulsiona con B con emulsionante en caliente y AB emulsiona con C con un emulsionante en frío.

"He calentado por error un aceite termosensible, ¿qué pasa?"
Pongamos que por las prisas o por descuido no hemos apartado un aceite termosensible de la fase B para incorporarlo con los ingredientes de la fase C y lo hemos calentado (baño María o microondas). ¿Qué pasa? No pasa “nada”: sólo que probablemente habrá perdido propiedades. Ahora bien, la capacidad emoliente del aceite sigue ahí. El aceite sigue siendo aceite y va a cumplir con su función nutritiva. Seguimos adelante con la crema sin más problema.

Termosensibilidad y oxidación
Hay otro concepto ligado a las grasas que es la oxidación o enranciamiento. Ciertas grasas se enrancian más rápido que otras. Los motivos, el proceso,... dan para otro post, pero lo que quiero comentar en éste es la relación entre termosensibilidad y oxidación. Generalmente, los aceites termosensibles son también de fácil oxidación y además, al calentarlos, aceleramos dicho proceso de enranciamiento. Quizá os sirva de referencia esta tabla de Aromazone que clasifica los aceites como muy, regular y poco tendentes a oxidarse pronto.


Y eso ha sido todo por ahora respecto a la termosensibillidad de los aceites. Cualquier info extra en los comentarios será bienvenida, de este tema en concreto es muy complicado encontrar nada...

¡Besos a todos!
Y gracias por vuestros mensajes y mails este último mes...
¡Sois geniales!


Post data: este año no participo en los premios Mujer It, se me pasó el plazo de inscripción. Eso sí: ¡os animo a todos a votar a vuestros blogs favoritos y a descubrir nuevos blogs entre los participantes! Además, entre los que voten se sortean varias cosillas… Podéis echar un vistazo aquí.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...