¡Buenos días a todos!
Hace unos días Anónimo me dejó un comentario que no quería dejar sin contestar, ya que toca un par de temas espinosos que considero de interés para todos los que tenemos un blog.
¿Poner publicidad en un blog es deshonesto para con los seguidores?
Este es el comentario de marras:
más que ego-blog el tuyo deberia llamarse dolar-blog o euro-blog (si es que adsense te paga en euros), no le cuentes a la gente que lo haces por compartir y blablabla porque esa trola no se la cree nadie, ni tú ni todos los bloggers que ponen publicidad en su blog, porque en última instancia lo único que queréis es lucraros a costa de vuestros seguidores, verdad tia Maruja? si tuvieras un minimo de honestidad quitarias esa publicidad que no pinta nada ahí o es que tan poco te pagan en tu trabajo? Att: un navegante que pasaba por aqui PD: yo tengo un blog con adsense y lo hago 1º porque me gusta, 2º para lucrarme, pero no pido a nadie que me vote, las cosas claras!!!
Efectivamente, hace unos meses me registré en Adsense, un sistema por el que Google coloca publicidad, en este caso en mi blog, a cambio de una compensación económica. El blog recibe dinero por dos vías: por la gente que hace clic en el anuncio y por el número de visitas, ya que se entiende que implica un mayor visionado del anuncio. Ni a unos ni a otros les cuesta nada hacer clic o visitar el blog, pero tanto unos como otros “suman”.
Sin embargo, y Anónimo estará de acuerdo conmigo, ya que también es usuario de Adsense, de ahí a lucrarse hay un trecho, a pesar de que eche en cara el lucro. Os doy cifras: LTM se lucró en el mes de Septiembre de 2013 con 5,40 euros y lleva lucrándose en lo que llevamos de mes con 4,37 euros. Ojo: no al día, sino en todo el mes. Pongamos 5 euros de media al mes, lo que supone un lucro de 60 euros anuales, que se someterán en su momento a IRPF y demás impuestos, suponiendo un beneficio después de impuestos de… pongamos 40 euros. Al año.
Siento decirte, Anónimo, que dicho lucro no proviene de mis seguidores sino de las visitas. Más que nada porque el blog tiene 125 veces más visitas y 53 veces más visitantes que seguidores.
La luna cabe 50 veces en la Tierra. Por dar una idea de las dimensiones.
Además, cuando uno se lucra “a costa de” significa que lo hace dentro de un juego gana-pierde. Ese cuadradito publicitario que tengo en el lateral derecho del blog no le quita nada a nadie.
Me lucro en menos de un euro por post. Tardo en escribir cada uno una media de tres horas (texto+fotos+tratamiento de imágenes), lo que supone algo así como lucrarse en 33 céntimos a la hora. Salgo a precio niño en fábrica de Nike. Ok, posiblemente gane algo más que ellos. ¿Eso es lucro? No, señores. Un economista lo llamaría hacer el canelo. Un periodista, hacer el imbécil.
Para eso, diréis, mejor no poner publicidad, ¿no? Pero a mí me sirve para financiar el dominio, servidores y demás a los que este blog está asociado, www.latiamaruja.com . Ni más, ni menos.
Mi blog se escribe desde dos ordenadores: uno prestado y otro cuyo ventilador es la banda sonora del purgatorio. Efectivamente, no gano tanto en mi trabajo. Anónimo: ganar poco en el trabajo es un argumento sensible hoy en día. 40 euros para mí suponen un par de compras semanales. No soy Paula Echevarría: que el blog autofinancie el dominio entra dentro de lo lógico y razonable.
Ese cuadradito que tengo en el lateral no supone una publicidad excesiva. No tengo la barra lateral plagada de anuncios y patrocinadores. ¿Molesta? No creo. En todo caso deberían ser los asiduos al blog y no los visitantes anónimos los que juzgaran la molestia. Ok, puede que moleste. Pero no creo que exceda los límites de lo tolerable. Basta con posar la vista en el 95% de la pantalla, no en ese 5%.
Escribo porque me gusta escribir. Es mi hobby. Otros hacen ganchillo. Me entretiene. Me ha hecho conocer gente maja. Y me está abriendo las puertas a seguir escribiendo en otros medios. Si salen bien las cosas, y editor mediante, os hablaré de ello a su tiempo.
Antes de pasar al siguiente tema querría hacer una reflexión. Creo que una de las diferencias que hay entre los blogs americanos y los europeos es cómo bloggers y lectores viven la publicidad. Aquí uno tiene un blog y está mal visto poner publicidad. Enseguida los Anónimos se sienten atacados, ofendidos. Parece que no sólo nos cuesta hablar de dinero sino que además buscarlo es deshonesto. En EE.UU. se ve normal monetizar un blog, se entiende que es una recompensa al esfuerzo de escribirlo. Incluso hay quien pone un botón para recibir donativos. A mí no me parece mala idea. Yo misma en muchas ocasiones hubiera mandado un eurillo de agradecimiento a los autores de determinados posts que me han ayudado enormemente. Incluso (¡cuánta deshonestidad!) a alguno le hubiera mandado algo más para que se tomara un caña-pincho a mi salud.
Sobre lo de compartir. En este punto hay algo que no entiendo.
Hasta hace poco hacía unas lentejas que daban pena por no decir asco. Un buen día, mi compañera de táper me pasó un papel en el que había apuntado paso a paso cómo las hace ella. A partir de entonces hago unas lentejas decentes. E incluso algunos días diría que me salen bien.
Mi compañera compartió su receta conmigo a través de un papel manuscrito (tinta bic azul y esquinas arrugadas de jugar con ellas). Creo que todos estamos de acuerdo: compartió algo altruistamente. Si lo hubiera hecho a través de otro canal, pongamos… un blog, según Anónimo no estaría compartiendo sino que el bloguero sería alguien… espera, que copio y pego:
no le cuentes a la gente que lo haces por compartir y blablabla porque esa trola no se la cree nadie
Aaaaaah, ya. Trolera, además de deshonesta.
Posiblemente Anónimo sea una Paula Echevarría con miles de seguidores, visitas, publicidad en el menú lateral y que se esté lucrando de verdad (a costa, eso sí, del Espíritu Santo, no de sus visitas y menos de sus seguidores), ganando no 40 euros al año sino al día, quizá 60 euros si no los declara a Hacienda, lo que le probablemente le dé para pagar una hipoteca en Japón (conozco un caso, hasta ahora pensaba que único pero veo que soy yo la que no sé hacerlo).
En ese caso, oh Anónimo gurú del SEO, del SEM, del Analytics y el Adsense, comparte no conmigo, que aunque mal pagado tengo un trabajo (al menos hasta el final de esta semana), sino con tus miles de seguidores y visitantes tu inagotable sabiduría (la financiera, no la ortográfica).
En realidad, lo que le ha molestado a Anónimo es que además de tener publicidad en el blog pida el voto para los premios Bitácoras, en los que participo (lo mismo que estará participando él. De hecho quizá ya esté entre los cinco primeros puestos de alguna lista de nivel, no en la de "Belleza y Moda", dónde va a parar).
Los premios Bitácoras se ganan por votación popular. Blog más famoso, blog más votado. Y repito: no soy Paula Echevarría. Mi blog, os lo adelanto en exclusiva, no va a ganar. Ni los blogs a los que voto, las cosas claras. ¿Tan deshonesto es comentar por Facebook o en un post que existen estos premios y que podéis votar a vuestros favoritos?
No, Anónimo, no. La gente deshonesta no comparte recetas de lentejas en un papel, ni siquiera lo es la que lo hace en un blog. Tampoco lo es la gente que anima a que se le vote, si así lo cree oportuno el votante, simplemente porque le hace ilusión. No es deshonesto ser pobre, tampoco lo es ser rico. Tampoco, fíjate, sería deshonesto lucrarse gracias a un blog. Si alguien lo consigue, chapó.
Deshonesto es robar. Deshonesto es mentir. Deshonesto es prometer hasta meter.
A mí todo eso se me queda grande.
Yo sólo soy una simple blogger.
Take it easy.
¡Besos marujiles!