Hoy os traigo el tutorial de mi crema hidratante para la cara. Para mí es mucho mejor de las que se venden. Hay muchos tutoriales en internet sobre cremas, pero que no son cremas sino mascarillas. Este es de una crema hidratante de verdad. La expectación que ha habido con este tutorial, señores!
Por favor, no lloréis.
Ya os conté que se me agotó el emulsionante, volví a las cremas del fondo del armario y vuelta a empezar con rojeces, granitos y un brote de dermatitis. Por no hablar de una alergia que me dio una crema para el cuerpo, por lo que me pasé tres días de color rojo y con una urticaria tal que parecía un perro con pulgas, todo el día con la patita rascándome.
Eso no se le hace a este cuerpazo.
Así que en cuanto llegó el pedido me he hecho cremita, haciendo fotos para enseñaros el tutorial.
Tía Maruja for president YA.
Advertencia
Hay que lavar, desinfectar, aclarar y secar todos los instrumentos y recipientes que vayamos a utilizar. Además, pesaremos todos los ingredientes con una balanza de precisión: nada de guiarnos con cucharas, ya que habrá ingredientes que ocupan mucho pero pesan poco y viceversa.
Ingredientes
La gracia está en que aprendáis a formular las cremas. Sólo así podréis crear una adecuada a las necesidades de vuestra piel, que es de lo que se trata y lo maravilloso del tema. Por tanto, estas proporciones e ingredientes están seleccionados y formulados de acuerdo a lo que yo, tía Maruja, veo que necesita mi piel a mediados de Julio del 2012. Seguramente, no valga esta misma crema para la tía Pili ni para tía Maruja dentro de dos meses, ni tampoco si me vuelvo alérgica a alguno de sus componentes. Además, y aunque aún me mantengo lozana y fresca (pffff) me ha dado últimamente por el tema de la prevención arruguil (los 30 vienen a la de ya a lo espada de Damocles), por lo que he formulado esta crema casi como si de una antiarrugas se tratara.
Fase A:
74,2 gramos de Agua destilada (Mercadona)
5 gramos de Glicerina vegetal (Aromazone)
0,2 gramos de Goma xantana transparente (Aromazone)
Fase B:
1 gramo de Aceite de jojoba (herbolario)
1,5 gramos de Aceite de macadamia (Aromazone)
1,5 gramos de Aceite de aguacate (Gracefruit)
2 gramos de Aceite de sésamo (Aromazone)
1,5 gramos de Aceite de germen de trigo (Gracefruit)
1,5 gramos de Aceite de semillas de cranberry (Gracefruit)
1 gramo de Vitamina E (Gracefruit)
1 gramos de Manteca de karité (Aromazone)
5 gramos de Olivem1000 (Gracefruit)
1 gramos de Manteca de karité (Aromazone)
5 gramos de Olivem1000 (Gracefruit)
Fase C:
1 gramo de Vitamina B5 (Aromazone)
0,5 gramos de Alantoína (Aromazone)
2 gramos de Aloe vera (Aromazone)
0,5 gramos de Colágeno vegetal (Aromazone)
0,6 gramos de Conservante Cosgard (Aromazone) (equivale a 19 gotas según el fabricante)
pH 6.0 ajustado con Acido láctico (Aromazone) y Bicarbonato de sodio (Mercadona).
Aceite esencial de tea tree (Aromazone) y Fragancia cosmética (Gracefruit).
Nota: compro ingredientes online porque en herbolarios te sajan. Hay tiendas como Riesgo (en Madrid) que también vende ingredientes, pero para cremas no me suelo abastecer allí, porque suelen tener aceites refinados y para este tipo de productos prefiero aceites bio, sin refinar y demás. Creo que así conservan mejor sus propiedades. Aromazone y Gracefruit tienen calidad las dos. Aromazone es más cara pero tiene cosas más raritas. Gracefruit es conocida sobre todo por sus fragancias cosméticas y tiene buenos precios.
Nota: compro ingredientes online porque en herbolarios te sajan. Hay tiendas como Riesgo (en Madrid) que también vende ingredientes, pero para cremas no me suelo abastecer allí, porque suelen tener aceites refinados y para este tipo de productos prefiero aceites bio, sin refinar y demás. Creo que así conservan mejor sus propiedades. Aromazone y Gracefruit tienen calidad las dos. Aromazone es más cara pero tiene cosas más raritas. Gracefruit es conocida sobre todo por sus fragancias cosméticas y tiene buenos precios.
Paso a paso
Como ya os he comentado en anteriores entradas dedicadas al reto LTM, hacer una crema tiene tres fases y que se trata de hacer una emulsión. (aquí y aquí)
Fase acuosa
- Peso con una balanza de precisión la goma xantana.
- La disuelvo en la glicerina vegetal. La goma xantana mejora la estabilidad de la emulsión.
- Añado el agua destilada (podría haber sido también una infusión o un hidrolato), doy unas vueltas con una cucharilla y dejo reposar aparte. Solito, sin tocarlo, se formará un gel. Mientras, paso a la fase oleosa.
Fase oleosa
1. Peso con una balanza de precisión la manteca y los aceites no termosensibles que voy a echar, así como el emulsionante. Yo estoy utilizando el Olivem1000.
1. Peso con una balanza de precisión la manteca y los aceites no termosensibles que voy a echar, así como el emulsionante. Yo estoy utilizando el Olivem1000.
En la fase oleosa está la clave para formular bien una crema. Para hacer una fase oleosa correctamente, hemos de tener en cuenta varias cosas:
Primero: El porcentaje de grasas que queremos que tenga nuestra crema, dependiendo del tipo de piel que tengamos y sus necesidades (no es lo mismo en verano que en invierno, por ejemplo). Para mis necesidades actuales he decidido que la manteca y los aceites (no se considera aquí el emulsionante) sean un 10% de la fórmula. En una piel grasa yo no superaría el 8%. En una seca podríamos elevar el porcentaje hasta un 15%.
Segundo: Las propiedades de los aceites. Por ejemplo, en esta receta he usado aceites muy ricos en antioxidantes y reconocidos por sus propiedades "antiage".
Tercero: La cascada de grasas. Esto significa que al formular no podemos poner un sólo aceite ni tampoco la misma cantidad de todos los que pongamos. Este concepto lo he aprendido de webs, foros y libros extranjeros.
Primero: El porcentaje de grasas que queremos que tenga nuestra crema, dependiendo del tipo de piel que tengamos y sus necesidades (no es lo mismo en verano que en invierno, por ejemplo). Para mis necesidades actuales he decidido que la manteca y los aceites (no se considera aquí el emulsionante) sean un 10% de la fórmula. En una piel grasa yo no superaría el 8%. En una seca podríamos elevar el porcentaje hasta un 15%.
Segundo: Las propiedades de los aceites. Por ejemplo, en esta receta he usado aceites muy ricos en antioxidantes y reconocidos por sus propiedades "antiage".
Tercero: La cascada de grasas. Esto significa que al formular no podemos poner un sólo aceite ni tampoco la misma cantidad de todos los que pongamos. Este concepto lo he aprendido de webs, foros y libros extranjeros.
- Debemos poner, al menos, una manteca, un aceite ligero, uno medio, uno pesado y una cera (el emulsionante). La mayor o menor ligereza del aceite viene dada por su densidad, cada uno tiene una densidad distinta que hay que conocer y que se puede consultar en su ficha técnica, en la wikipedia o en algunas tablitas que circulan por ahí.
- Además, las cantidades de cada uno de los aceites debe graduarse según cómo queremos que sea la crema. Si la queremos ligera, pondremos más cantidad del aceite ligero, algo menos del medio y todavía algo menos del pesado y de la manteca. En esta gradación (la cascada) no se tiene en cuenta a la cera, el emulsionante, cuya proporción viene dada en su ficha técnica. No es algo que podamos formular nosotros, aunque sí decidir dentro del tramo aconsejado, ateniéndonos a las indicaciones del fabricante, según la queramos de textura más ligera o más densa, con cuerpo. Yo la quería más bien ligerita porque me gusta que vayan en recipientes airless y no en tarros.
2. Para hacer la emulsión, tanto la fase acuosa como la oleosa deben estar bien calientes. Esto es porque he usado un emulsionante en caliente, aunque existen emulsionantes en frío que no requieren calentar las dos fases (o al menos la fase oleosa sólo lo justo para derretir la manteca). Se derriten al baño María los aceites, manteca y emulsionante.
3. Doy un golpecito de batidora a la fase acuosa y la meto en el microondas para que se caliente bien.
4. A continuación realizamos la emulsión. Para ello incorporo poco a poco las grasas derretidas en el gel, mezclando con la batidora. Inmediatamente, la mezcla se volverá blanca y al meter una cuchara y sacarla ésta se queda manchada de crema: la emulsión se ha realizado correctamente.
4. A continuación realizamos la emulsión. Para ello incorporo poco a poco las grasas derretidas en el gel, mezclando con la batidora. Inmediatamente, la mezcla se volverá blanca y al meter una cuchara y sacarla ésta se queda manchada de crema: la emulsión se ha realizado correctamente.
Al principio la emulsión será muy líquida, pero al irse enfriando se hará más y más densa. Para acelerar este proceso, suelo batir metiendo el recipiente dentro de otro lleno de agua fría (el que veis en la foto de color azul).
Fase de enriquecimiento
1. Mientras se va enfriando la emulsión peso los activos cosméticos que quiero añadir y los aceites termosensibles. Si los hubiera echado en caliente hubieran perdido sus propiedades. Aunque los echemos en esta fase, al formular forman parte de los cálculos para armar la cascada de grasas, como el resto de aceites.
El resto de ingredientes de esta fase se formulan atendiendo a las proporciones que sugieren las fichas técnicas de los productos.
Cuando la emulsión esté fría, de tiempo, vamos incorporando estos ingredientes, batiendo y mezclando bien uno tras otro.
Por costumbre yo incorporo la vitamina E en este momento, aunque se puede incorporar en la fase oleosa, a la que pertenece (no le afecta el calor).
2 y 3. Hay algunos ingredientes que cuesta incorporar en la crema, como la alantoína. En ese caso lo que hago es disolverla en aloe vera con la ayuda de un batidor de leche (que por supuesto sólo uso para estos menesteres y que lavo y desinfecto previamente como se debe). El aloe vera es transparente, sólo que por no manchar tazas lo eché en la misma donde había pesado los aceites y los activos, de ahí que veáis en la foto ese color ámbar.
4. Añado el conservante. Estoy utilizando el Cosgard, ya os hablé de él y de sus alternativas en el post específico sobre conservantes y antioxidantes (aquí). Me asegura conservación entre 3 y 6 meses, cubre hasta un pH de 7.0 y tiene certificado Ecocert.
Medir el pH y toques finales
Os hice un post específico sobre el pH (aquí), que recomiendo que releáis. Es fundamental medir el pH y ajustarlo según el tipo de producto que estemos haciendo (no es lo mismo el pH de una crema que el de una mascarilla capilar), el conservante (cada uno conserva productos en un rango de pH determinado), nuestro tipo de piel,... En el post sobre el pH os hablo de estas cosas. También os hablé en él de cómo ajustar el pH al que deba ser. Yo juego con ácido láctico y una disolución saturada de bicarbonato de sodio.
En la primera medición me daba un 5.0. Al echar unas gotas de solución de bicarbonato me saltó a 6.5. Por prudencia (el conservante que uso cubre hasta un 7.0) bajé de nuevo el pH con unas gotas de ácido láctico.
En la primera medición me daba un 5.0. Al echar unas gotas de solución de bicarbonato me saltó a 6.5. Por prudencia (el conservante que uso cubre hasta un 7.0) bajé de nuevo el pH con unas gotas de ácido láctico.
¡Y ya está la crema!
Resultados y reflexiones:
Piel recuperándose de los estragos de las mierdicremas comerciales (ojo, que aquí meto Ponds, The Body Shop, Dior,... me da igual el precio), jugosa y luminosa, hidratada de verdad y sin ingredientes taponadores de poros ni mierda. El efecto arruguil no sé deciros, no tengo arrugas aún (jurjurjur), la que debe pronunciarse es mi santa madre (o tía Maruja con un par de disgustos más encima).
Por otro lado, me gustaría resaltar unas cuantas cosas.
El ahorro que supone hacerse los potis en casa. ¿Os podéis imaginar cuánto puede costar una crema de estas características en el mercado? En concreto lo digo por el colágeno que contiene y por el aceite de cranberry (y por el de germen de trigo, el de aguacate,...) Si investigáis un poco, el aceite de cranberry es un ingrediente de auténtico lujo aún por explotar por las casas cosméticas. Ya nos han metido las bebidas de arándanos en el supermercado (rollo importado de los países nórdicos y UK), pero aún no en cosmética. El tema es que la extracción de su aceite es algo inventado recientemente. Y no hay aceite vegetal con más vitamina A. Al tiempo. Y ya veremos cuánto costará una crema con dicho ingrediente. Peeeero si una compra el aceite (u otros) y se hace la crema, el ahorro es brutal. Os estoy diciendo que el coste por tarro sale a precio Ponds. O menos.
Está claro que al principio una sufre los gastos de envío de los primeros pedidos. Después, una vez abastecida, el coste por producto es mínimo, incluso metiendo aceites como el que os comento.
Nota: Si alguien de Madrid quiere hacer un pedido... ¡que me avise! A lo mejor me interesa y compartimos gastos :)
Por otro lado, evitamos engaños. Las cremas comerciales se venden anunciándose como que tienen vitamina E, colágeno, pantenol y no sé qué, pero: ¿en qué cantidades? Pues ya os lo digo: mínimas, apareciendo al final del INCI y acompañadas de mierdas que consiguen incluso contrarrestar el efecto beneficioso de sus ingredientes más nobles. Un ejemplo es el que os conté de la Tea Tree Skin Clearing Lotion de The Body Shop, que junta siliconas (obstruyen los poros, eso sí, tacto suave garantizado) y aceite de árbol de té (purificante y antibacteariano). Resultado: hacer el gilipollas.
Ya para acabar (¿realmente alguien ha leído hasta aquí?): las cremas DIY no testan en animales. No maltratamos a ningún bicho. Para investigación médica pues qué queréis que os diga, yo ahí me callo (que me toca de cerca y debo no hacer otra cosa sino agradecer). Pero para cosméticos testar en animales supone sufrimiento gratuito e innecesario.
¿Os animáis?