Water spotted nails: tutorial paso a paso.

13 febrero 2013

Hoy os traigo un tutorial para que os podáis hacer la nueva manicura con que arranca el 2013: las water spotted nails, algo así como las uñas de topitos hechas con agua.



¿Recordáis el efecto craquelado en las uñas? Cómo olvidarlo, ¿verdad? Fue una de las manicuras que me gustaba ver pero que no me convencía para hacérmela yo, sobre todo si implicaba gastar dinero en un esmalte que probablemente usara sólo un par de veces. Pues bien: el efecto de las "water spotted nails" es similar, pero en lugar de romperse el dibujo en líneas rectas se rompe en líneas curvas.

Lo mismo que para el craquelado había esmaltes especiales para lograr ese efecto, también existe un esmalte para el efecto "spotted". Se trata del esmalte OPI spotted nails, en negro. Sin embargo, este esmalte es muy difícil de conseguir y, por normativa sobre ingredientes, se puede vender sólo en algunos países, como en Francia.

Pero no pasa nada, porque ¡podemos lograr el mismo efecto en casa y sin necesidad de comprar ningún esmalte especial! La primera vez que hemos visto esta técnica, y por tanto la persona a la que hay que otorgar todo el mérito, fue en el canal de Youtube de Cutepolish, un canal totalmente recomendable. Aquí su vídeo con la técnica.



El quid de la cuestión es que al pulverizar alcohol sobre esmalte que flota en agua se consigue que el esmalte se retire en aquellos puntos donde cae el alcohol. Recurriendo al mismo procedimiento que se usa para la manicura water marble, ese esmalte-queso gruyer se transfiere a la uña previamente pintada en un color de contraste, que será el que se entrevea a través de los agujeritos.

Paso a paso
  1. Pintamos las uñas de un color base.
  2. Protegemos la piel de alrededor de las uñas con esparadrapo o vaselina. Yo uso el esparadrapo ese que se rompe con las manos, que pega menos que el normal.
  3. Ponemos agua en un recipiente y dejamos caer unas gotas de esmalte de otro color y que sea bastante cubriente. No se deben dejar caer desde muy alto, ya que si no al caer con tanta fuerza rompen la tensión superficial del agua y se irían al fondo del recipiente.
  4. A continuación pulverizamos con un spray algún producto que contenga alcohol (colonia, tónico comercial,...) o quitaesmalte. Lo suyo es usar un spray de pulverización fina. El tamaño de los huequitos redondos por donde asomará el esmalte de base depende de las veces que pulverizamos: a más veces, más pequeños serán los "spots". Y por el contrario, si pulverizamos sólo una vez tendríamos pocas pompitas.
  5. Con el esmalte de base bien seco y los dedos protegidos con esparadrapo, hundimos cada uña (con ésta mirando hacia el agua). El esmalte que flota se adhiere a la uña en cuanto ésta entra en contacto con él. Antes de retirar la uña del agua es conveniente apartar el esmalte flotante con un palito.
  6. Dejamos secar. Retiramos el esparadrapo y protegemos la manicura aplicando un top coat. ¡Listo!


¡Probad esta manicura! Aunque es entretenida es realmente fácil. Yo al principio temía que fuera como la water marble, que no me sale bien. Pero esta sale bien incluso a la primera, así que no desechéis esta manicura pensando en la marble.

¡Besos marujiles!

Fast MaruFood: carrot cake del Starbucks.

10 febrero 2013

El Starbucks es uno de los primeros sitios que una descarta cuando se queda en paro o cobra un mierdisueldo. Se trata de una cadena de cafeterías americana, siempre llena a rebosar (por lo menos aquí en Madrid) famosa por sus cafés, que más que cafés son postres por la mezcolanza de siropes que les echan. Además del café, son conocidos por sus cookies y tartas.

El caso es que sus precios son prohibitivos, del tipo un café tres euros y cosas así. Sales de ahí habiendo merendado por el precio de comer de menú.

Mi tarta favorita del Starbucks es la Carrot Cake, es decir, la tarta de zanahoria. Me animó a probarla una amiga amante de la repostería y, aunque me pareció un poco demasiado dulce para mi gusto, fue amor a primer mordisco. Pensaba que iba a saber a zanahorias, pero nada de eso. ¡De veras que hay que probarla! Sin embargo, con sus precios cualquiera vuelve... De ahí que me la haga en casita.


Lo de usar zanahorias para hacer dulces no es nuevo, lo mismo que usar calabaza. Se ha hecho toda la vida (ya en la Edad Media se hacía) cuando el azúcar escaseaba o directamente no se tenía. Después los emigrantes llevaron la carrot cake a EE.UU. y allí se popularizó. De ahí que se incluya en el menú del Starbucks.

Las zanahorias van crudas en esta receta. Con el calor del horno se hacen. Así que más rápido imposible.

Hay mil recetas por internet, pero básicamente lo que hacen es variar las cantidades. Os pongo la receta de la que acabo de hacer. El caso es ir probando hasta encontrar el punto de dulzor, de canela,... que le guste a cada uno.

Ingredientes
  • 4 huevos.
  • 5 zanahorias (eran pequeñas. Si no, vale con 3 ó 4).
  • 1 cucharada de canela en polvo.
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato (no os paséis o saldrá amargo).
  • 1 taza de azúcar (mejor si es de caña).
  • 2 tazas de harina de repostería (la que lleva levadura incorporada. Si no, habría que echarle).
  • Media taza de aceite de oliva.
  • 1 puñado de nueces.
  • 1 puñado de uvas pasas.
  • Ralladura de naranja.


Preparación
  1. Encender el horno para que se vaya calentando.
  2. Pelar y rallar las zanahorias crudas.
  3. Mezclar todos los ingredientes en un recipiente. Se supone que primero van los ingredientes húmedos y después se incorporan los secos, pero la verdad es que alargo la mano y echo lo que agarro.
  4. Engrasar y enharinar un molde de horno para que el bizcocho no se pegue.
  5. Echar la mezcla en el molde.
  6. Hornear 40 minutos a 180ºC con calor por abajo nada más.
  7. Esta tarta se suele tomar rellena con una mezcla de queso crema tipo Philadelfia y azúcar glas (si no se tiene se puede triturar azúcar normal en la minipimer). Yo prefiero hacer el bizcocho y luego a la hora de servirlo poner un pegote de queso y azúcar como guarnición.


Ideas
  • Probad a sustituir parte del azúcar del bizcocho que soléis hacer (el de yogur de toda la vida, por ejemplo) por zanahorias. Menos azúcar, igual de dulce, menos calorías, más fibra.
  • Podéis hacer la versión cupcake de esta receta: la magdalena con la mezcla de la carrot cake y el frosting de queso Philadelphia y azúcar glas.


Precio (de la carrot cake entera)

  • 4 huevos: la docena sale a 1,35 euros, por lo que cuatro son 0,45 euros.
  • 5 zanahorias: 0,70 un kilo, por lo que serían unos 0,20 euros. 
  • 1 cucharada de canela: son 0,51 euros el bote de 52 gramos en Mercadona. Pongamos simbólicamente 0,05 euros.
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato: el kilo son 1,05 euros. Pongamos 0,005 euros.
  • 1 taza de azúcar (mejor si es de caña): sale a 0,93 el kilo. Pongamos 0,10 euros.
  • 2 tazas de harina de repostería: sale a 1,10 euros el kilo. Pongamos 0,25 euros.
  • Media taza de aceite de oliva: pongamos 0,10 euros.
  • 1 puñado de nueces: 2,70 euros los 200 gramos. Pongamos 0,40 euros.
  • 1 puñado de uvas pasas: 2,50 euros los 350 gramos. Pongamos 0,30 euros.
  • Ralladura de naranja: pongamos simbólicamente 0,05 euros.
  • Guarnición o relleno de queso crema: la tarrina sale a 0,90 euros en Caprabo (la de marca blanca, mejor que la de Mercadona porque no tiene aditivos).


Total (aprox.) de la carrot cake entera: 2,81 euros. Si no le ponemos guarnición y nos la comemos como un bizcocho son 1,91 euros. Si hacemos la ración más o menos del tamaño de la del Starbucks (bastante abundante, calculo la quinta parte del bizcocho que me sale a mí), sale que, con relleno, la ración cuesta 0,502 euros. Sin relleno, 0,382 euros.


La ración de Carrot Cake del Starbucks cuesta 3,60 euros: siete veces más, a lo que habría que añadir el precio del café, claro. Os animo a hacerla: es realmente fácil, deliciosa y queda genial con las visitas. ¡Y apuntaros esa idea de sustituir azúcar por zanahorias!

¡Besos marujiles!

Haul: LTM se va de rebajas.

06 febrero 2013

- Padre, he pecado.

- Qué ha sido esta vez, hija mía.

- Me he ido de rebajas. Pero me he portado bien... Y he esperado a estar al final de las rebajas, ya sólo quedaban los restos de los restos...


# Chaqueta de punto del Freska Berska.

De color rosa palo, pega con todo, ya sea con vaqueros como con pantalones-niña-pija. Por 3,99 euros, un básico que va a la saca. Además, las mangas murciélago son súper cómodas.


# Bolso maletín de Parfois.

Me encanta el estampado setentero, que se pueda llevar en la mano o en bandolera poniéndole la correa, lo práctico que es y la forma tan original en que se abre, rollo maletín de médico. Además de tener varios bolsillos dentro, incluye una funda acolchada para portátil de quita y pon (en la foto la veis dentro del bolso, parece un separador pero no, es la funda de portátil, lo que también os da una idea del tamaño del maletín). Esta temporada veremos paramecios sobre todo en blusas ligeras de algodón (en Sfera, por ejemplo).


# Bolso bowling de Parfois.

De nuevo Parfois, una tienda que me gusta más por sus bolsos que por su bisutería. Buscaba un bolso de mano que tan pronto se pudiera usar en invierno como en verano, en looks formales e informales y al que se le pudiera dar caña. Este es perfecto y además es rojo, ¡adoro el rojo! En las fotos sale de un rojo frambuesa, pero en realidad no tiene tanto ese toque rosado. Tiene correa de quita y pon. Además esta temporada el bolso de mano, en concreto el bowling, será un must. Basta darse un paseíto estando al loro.


# Neceser de Six.

Quería un neceser exclusivamente para lo que uso a diario (ya os lo enseñaré) para tenerlo todo a mano y que fuera de un tamaño suficientemente pequeño como para meterlo en el bolso si lo necesito y salir corriendo. Este es muy cuqui, ya no sólo por las golondrinas y el estampado de topitos del forro sino también por el cierre.


# Manoletinas de Mari Paz.

Pues eso, unas manoletinas de batalla y baratitas. ¡Son hiper cómodas! Las negras llevan como encaje alrededor. Esa es otra clave para la temporada primavera-verano: el encaje. No específicamente en los pies, claro, pero sí en camisetas, escotes, hombros, espaldas, en la lencería (mirad el conjunto de presentación de la nueva temporada de Oysho),... Muy bonito, romántico y tal, pero chicas, cuidadito con pasarse con el encaje y enseñar el sujetador por todos lados: el límite entre lo sexy y lo choni a veces es una línea muuuuy delgada.


¿Más tendencias para esta temporada?
El blanco y negro, el rollo indio (flecos, estampados aztecas), encaje por todos los lados, los shorts, el color block '80s, los colores pastel, calaveras y pinchos, estampado leopardo de vez en cuando,...

En fin, me vais a perdonar, pero la temporada que viene se me hace el día de la marmota. No he visto nada realmente novedoso, esto parece más bien un picoteo de épocas pasadas. A lo mejor soy demasiado atrevida, pero creo que nos encontramos en una época de crisis de creatividad, al menos en la moda para el gran público.

En la alta Edad Media pasó lo mismo. Europa sufría las invasiones bárbaras y había una gran crisis económica y de creatividad (de qué me suena). En el siglo VI el Papa Gregorio I permitió reutilizar los materiales y también cambiar la función y el simbolismo de edificios antiguos. Y gracias a eso mucha arquitectura mozárabe se ha conservado.

Pues eso. Que creo que nos hemos atascado creativamente hablando...

¡Besos marujiles!

Sara Carbonero y su cambio de look.

04 febrero 2013

Vimos a Sara Carbonero una buena temporada siguiendo la tendencia ombré en su pelo. Ahora la periodista ha decidido cortar por lo sano y lucir una melena recta en tono chocolate. Se ha deshecho también del flequillo que lucía hasta hace poco, que le ha crecido suficientemente como para enmarcar la cara con un desfilado.

¿El resultado? Un aspecto más maduro y sofisticado. Más mujerón.


Confirmado: ¡no sale en ninguna foto sin poner morritos! Veamos el antes y el después.


Me gusta más ahora, ¿y a vosotros?

¡Besos marujiles!

Fast MaruFood: pollo con verduras del chino.

01 febrero 2013

En tiempos de crisis las salidas a comer fuera se reducen, incluso a los restaurantes de Fast Food. La tía Maruja, que no quiere renunciar a sus platos favoritos del VIP's, el Foster's Hollywood, el chino, el Rodilla,... a pesar de su mierdisueldo, se ha propuesto investigar las recetas y traéroslas calentitas para que disfrutéis de ellas sin salir de casa.

Hoy cocinamos... pollo con verduras del chino.



El sabor chino es fácil de conseguir aliñando lo que cocinamos con una mezcla de miel y salsa de soja. Si hacemos pollo, lo ideal es dejar macerar los trozos de pollo en esa mezcla. Si hacemos verduras, las cortaremos en juliana, no las coceremos del todo y las aliñaremos en la sartén con la salsita. Si hacéis tallarines, lo mismo. La receta tiene poco secreto:

Ingredientes (para dos personas):
  • Un par de pechugas de pollo
  • Un par de zanahorias
  • Medio calabacín
  • Una cebolla pequeña
Nota: he hecho esta receta con y sin champiñones. Las fotos son de una vez que la hice con. Mejor sin, ya que sueltan agua al cocinar y aguan la salsita.
  • Miel
  • Salsa de soja

Paso a paso:


  1. Mezclar cuatro cucharadas de salsa de soja y dos de miel en un bol.
  2. Cortar en trozos la pechuga de pollo y dejar macerar en la salsa de soja y miel media hora.
  3. Freír el pollo en una sartén con poco aceite, escurrido de la salsa.
  4. Mientras se hace el pollo, cortar las verduras en juliana.
  5. Sacar el pollo de la sartén.
  6. Rehogar las verduras aliñándolas con la salsa restante. No las cocinamos del todo, deben quedar algo enteras, como en el chino.
  7. Añadir el pollo a la sartén para darle un poco de temperatura. Servir.
Precio:
  • 1 kg Zanahorias = 0,70 euros; por tanto, 0,1 euros.
  • 5 Calabacines = 3,11 euros; por tanto, 0,3 euros.
  • Una cebolla pequeña = 0,10 euros.
  • 6 pechugas de pollo = 4,96 euros; por tanto, 1,7 euros.
  • Miel: la tenía por casa. Pongamos 0,25 euros.
  • Salsa de soja = 1,54 euros; por tanto, aproximadamente, 0,3 euros.
  • Aceite: 2,25 euros la botella. Una cucharada pongamos que sean 0,03 euros.
Total (aprox.): 2,78 euros (dos personas); 1,39 euros por persona.

¡Me río de que el chino es barato!

Fácil, sano, plato único, barato y resultón: ¡animaros a hacer esta receta!
En el próximo MaruFood ¡voy a por el VIP's!

¡Besos marujiles!
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