La receta de bizcocho de yogur es la típica que pasa de abuelos a padres y de padres a hijos. No recuerdo cuándo se hizo el primer bizcocho de yogur en casa de mis padres ni cuántos habré merendado o desayunado... Lo que sí recuerdo es que, en alguna parte, hay un papel amarillo con la receta anotada a mano.
Necesitamos:
Si tenéis harina para bizcochos (con levadura ya incorporada) usad esa y prescindid del sobre de Royal. Las nueces son opcionales. Se pueden echar otros frutos secos, ralladura de limón, de naranja, trozos de fruta (por ejemplo plátano), cacao,... o no echarle nada. De todas las maneras está riquísimo.
Utilizaremos el vasito de yogur como medida. Primero mezclaremos los ingredientes líquidos: los dos huevos, el yogur y medio vasito de aceite de oliva.
Todo lo vamos vertiendo en un bol. Mezclamos.
Ahora los elementos sólidos: dos vasitos de azúcar,...
... tres vasitos de harina...
... y un sobre de levadura. Lo incorporamos a la mezcla de los líquidos y mezclamos.
Intentaremos que no queden grumos.
Por último, añadimos las nueces o lo que prefiramos.
Echamos aceite y harina en el fondo y en los laterales de un molde para horno.
Y vertemos la mezcla.
Y... ¡al horno! Yo lo pongo 25 minutos a 180º encendiendo sólo la parte de abajo y los últimos 5 minutos sólo la parte de arriba para que se dore. Lo mejor es irlo vigilando pero ¡sin abrir el horno!. Si lo hacemos, el bizcocho bajará y no nos quedará tan esponjoso como debiera.
Esperaremos a que esté frío para desmoldarlo.
¡Este es el resultado! Un rico bizcocho para desayunar o merendar... o comérselo de una sentada. ¡Allá voy a hincarle el diente!
PD: Si os soy sincera, otras veces me ha quedado mejor usando harina para bizcochos (que ya lleva incorporada la levadura) en lugar de usar harina normal y un sobre de levadura Royal. Lo volveré a hacer y editaré la entrada para poneros la foto.
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